Entrevista a Ema Wolf
18 Agosto 2013

-Seguramente tiene o tuvo perros en su vida. ¿Hay alguno que le dejó huellas emotivas?

- Aunque no lo crean, nunca tuve perros. No me llevo bien con ellos. Las únicas huellas emotivas que dejaron en mí están relacionadas con mordiscos en grado de tentativa.

Si son grandes, les tengo miedo. Si tienen un tamaño razonable -menos de 25cm- puedo aceptar que permanezcan en el mismo recinto donde yo estoy, sólo por poco tiempo y mientras no les ocurra "trabajar" de perros conmigo (saludar, ladrar, jadear, darme lengüetazos, saltarme encima, etc...) En fin, no los comprendo ni me comprenden.

En el libro verán que no me ocupo tanto de los propios perros sino de las relaciones que las personas establecen con ellos. Eso sí es interesante. Lo lamento. De perros, sé muy poco. Yo sé de gatos. Abran cualquier libro mío y les va a saltar encima un gato.

-¿Qué proyectos tiene en mente?

-Trabajo en una segunda aventura de Timón, el personaje viajero de La casa bajo el teclado. No puedo sustraerme al viaje como tema de mis relatos más largos. Tal vez porque de chica solo me gustaban las historias de espacios abiertos, las aventuras, las empresas imposibles. Seguía los itinerarios de mis héroes y heroínas sobre un mapa. No entendía quién podía interesarse en cosas que ocurrían puertas adentro. Tuve que crecer un poco para darme cuenta. Así y todo... En general no hablo de lo que estoy escribiendo. Solo alguna que otra vez, ante un grupo de chicos en una escuela. Ellos no me inhiben. Y no erosionan mi voluntad de contar.

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