Cartas de lectores
17 Mayo 2013

HONESTIDAD

Pienso que no todo está perdido en la sociedad en que nos toca vivir. Entre tantas cosas desagradables que nos ocurren a diario en nuestro querido Tucumán, siempre hay una buena, que nos da confianza y esperanza para un mañana mejor. Soy empleado de la administración pública provincial. El 6/5, me dirigí a mi lugar de trabajo como lo hago a diario. Subí al colectivo de la línea 118, a las 6.15. Minutos antes de ascender al colectivo había pasado por un cajero automático, de donde extraje $500. Cuando descendí, no me percaté de que se me había caído la billetera en el asiento del colectivo. Al llegar a mi trabajo me di cuenta de lo sucedido y regresé a la parada. Solicité datos del chofer y esperé que realizara la vuelta. Gustavo Rojas -tal su nombre- le había avisado al inspector Ortiz, quien me dijo telefónicamente que me quedara en mi trabajo y que él pasaría por en el transcurso de la mañana. Este buen señor no quiso recibir ninguna recompensa, no tanto por el dinero sino por toda la documentación que tenía en la billetera (DNI, tarjeta de débito y de crédito). Estoy muy agradecido y hago público este gesto de humildad y honestidad de parte de estos trabajadores que, como yo, salen a diario a cumplir con sus obligaciones. Todavía hay buenas personas en nuestra provincia.

Miguel Ángel Cajal
Vía Vieja Sud 2° cuadra s/n 
Yerba Buena-Tucumán

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FERIA DEL LIBRO

Haciéndome eco de lo expresado por la lectora Nelly Elías de Benavente (carta del 16/5), que al referirse a una similar de Lucía Mercado (15/5) dice: "Sería auspicioso que todos los escritores se manifestaran, para que los responsables entiendan que no es una voz aislada la que, como una letanía, exige incluir a los escritores en la agenda política". Me atrevo a dar testimonio de lo poco que se preocupan los funcionarios del ámbito cultural por difundir las obras escritas por tucumanos. Yo no soy escritor profesional ni tampoco me lo creo, soy un ingeniero que luego de jubilarse tuvo el tiempo suficiente para dedicarse a lo que parecía era su vocación y que debido a su actividad nunca pudo concretar. Como testimonio de lo expresado por la lectora Mercado, digo: En 2011, la Dirección de Letras de la Provincia convocó a los escritores tucumanos a inscribirse para participar en la Feria Internacional del Libro de Antofagasta (Chile). Confiado en la seriedad de la propuesta, presenté los ejemplares que exigían para tal fin; lo hice personalmente en la Dirección de Letras donde reconozco fui muy bien atendido. Pasado un tiempo prudencial pedí que me informaran qué había sucedido en la referida feria. Lamentablemente nunca pude lograr esa información, ni tampoco recuperar mis libros, pese a los reiterados reclamos.

Oscar Osvaldo Peyrot
[email protected]

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EL HAMBRE

Escuché por una radio local una noticia que me conmovió hasta las lágrimas. Ocurrió en un pueblo de Orán, provincia de Salta. Los hijos pequeños lloraban de hambre; la madre, desesperada e impotente por no tener qué darles de comer, hizo hervir agua en una pava, en la que puso varias piedras para que creyeran que estaba preparando una comida. De tanto esperar, los hijos de esta mujer se durmieron presas del hambre y la debilidad. Yo creía que estos casos ocurren en países como Somalia, en África, o en Haití, donde sufren el duro azote de la pobreza, pero nunca en mi país, Argentina, principal productora de alimentos en el mundo. Ojalá que muchos de nuestros gobernantes que hacen gala de ostentación y lujos, y disfrutan de ricas comidas, sepan que hay muchos argentinos que padecen hambre.

Juan Carlos Monasterio
Pasaje Luis Beltrán 1.452 
San Miguel de Tucumán


SUBA DEL PRECIO DEL PAN

¿El aumento lo pagan los trabajadores porque los empresarios panaderos no piden subsidio? Estamos entre pícaros porque siempre paga los aumentos el consumidor. De la noche a la mañana se le ocurren aumentar el precio del pan como si fuera que Juan Pueblo tiene la obligación de padecer los caprichos de la inflación. Las argucias de los dueños de panaderías, ya se están agotando, cada dos por tres; ellos toman de rehén al consumidor; al final, a sus empleados les pagamos nosotros.

Carlos Rubén Ávila
[email protected]


LA SAT

La empresa Sociedad Aguas del Tucumán nos descontaba a los usuarios taficeños, en la boleta bimensual del servicio, un ítem que decía: "Descuento por servicio interrumpido, discontinuo". Eso fue hasta el año pasado. Desde el inicio de este año (ya pagamos 1° y 2° semestre) dicho descuento no existe más. De las 24 horas del día, sólo durante cinco o seis tenemos agua. O sea que el cobro sin descuento es, lisa y llanamente, una estafa; y si los usuarios-víctimas nos quedamos callados ante este atropello, somos, necesariamente, cómplices de la jefatura de dicha empresa, que ninguna explicación nos dio al tomar esta medida, invitando, además, a otras empresas proveedoras de servicios (gas, teléfono, luz) a que hagan lo mismo que ellos. Así ganan más platita con nosotros: los tontos usuarios.

Jorge Mario Murillo
Centenario 408 
Tafí Viejo-Tucumán


IN MEMORIAM

Te paseabas por los pasillos con el ceño fruncido y las manos en la espalda refunfuñando nuestras irresponsabilidades de alumnos mal preparados para el examen. Te temíamos. Un amigo me acompañó para que te expresara mi anhelo de ingresar en la docencia. Terminando mi residencia, me recibiste a concluirla en tu servicio del viejo sanatorio ADOS. Primera disculpa. "No tengo espacio para que te quedes". Desde allí a la Sala 10 del Hospital Centro de Salud "Zenón Santillán" y a la cátedra. Las primeras comisiones; las primeras clases; los primeros ateneos con los otros profesores; los primeros reemplazos en la guardia mayor; los primeros conflictos (con la dirección del hospital). La expulsión del servicio y de la cátedra. Tu comprensión no por eso vehemente y la segunda disculpa. "Vuelva a la cátedra". Tu presencia ayudándome en los casos difíciles durante la práctica privada. Tu enojo ante la falta de pago de unos honorarios cuando me ayudaste en una cirugía de una obra social adherida a una cooperativa de salud de la cual yo formaba parte. La cuenta saldada y la amistad recuperada. Tu aliento en mi primer concurso como docente rentado. Tu apoyo a mi capacidad para tomar exámenes. Tu jubilación. No fuiste mi maestro en el estricto sentido de la palabra, pero me considero tu discípulo. Por todo esto y todo lo que diste a varias generaciones, muchísimas gracias, profesor doctor Fernando Luis Padilla Antoni.

Juan José Valdecantos
[email protected]


EL EPAM

Para acceder a pie a la actual sede del EPAM se debe cruzar en algún punto la avenida Sarmiento y atravesar el puente que tiene una estrechísima vereda a lo que se suma el intenso tránsito vehicular. En el interior del edificio hay escaleras que llevan a las aulas de arriba, son de hierro y los peldaños guardan un enorme espacio entre ellos lo que produce vértigos y las personas discapacitadas no pueden subir. También cuenta con un galpón que "pretende" hacer las veces de "salón" para realizar actividades como gimnasia, tai-chi, o folclore. Esto es imposible, ya que allí se refugian palomas, roedores y no falta la intempestiva visita de algún perro buscando refugio en día de lluvia. Y a pesar de contar con colchonetas, la presencia de estos animalitos se hace sentir. Esto es un atentado a la salud y dignidad de los adultos mayores! Evidentemente, los profesionales que intervinieron en este programa se olvidaron del aspecto humano, no hubo un compromiso social serio en esta tarea, faltó el sentimiento, la empatía para pensar en el otro. ¿Qué pasa? Nos sentimos totalmente abandonados en estos momentos, sin techo, sin plata y ante la posibilidad que el EPAM desaparezca ya que este año mermará ostensiblemente el alumnado y probablemente los profesores deban buscar otros lugares donde dar sus clases para equilibrar su economía personal. Nos han obligado a no asistir a los talleres, estamos perdiendo "calidad de vida". Compartir los diferentes talleres eran momentos intensos donde se forjaban amistades, era el refugio de muchos adultos que viven en soledad y ahora esos grupos se están deshaciendo.

María del Valle Ponce de León
[email protected]


RESIDUOS

Según una denuncia realizada por el concejal de Yerba Buena Mariano Campero (LA GACETA del 5/5), camiones identificados de la Municipalidad mencionada descargan residuos en la zona de San José. Para el delegado comunal, esto es producto de los carritos, y considera la denuncia como una falacia. Los vecinos de la zona desmentimos al delegado y denunciamos, además, la quema de tales residuos noche a noche, lo que genera gases tóxicos, ya que fotos sacadas en el lugar muestran desde residuos sanitarios hasta frascos plásticos para análisis. Las nubes de humo recorren varios kilómetros hacia diversos barrios linderos, según la dirección del viento. Se han aprobado grandes sumas de dinero para una cadena hotelera, cuyos dueños, seguramente, son millonarios, y no se invierte en el tratamiento de la basura. Incluso con fondos de los ciudadanos pagaron a un experto internacional para que nos mostrara una ecuación que cualquier experto local conoce sobremanera. El ministro de Salud debería estar al frente de esta lucha a favor del medio ambiente. A las disertaciones se las lleva el viento, igual que el humo que nos contamina. ¡Si no están capacitados para la función, renuncien, por favor!

Miguel Rafael Sánchez y muchas otras firmas
Manzana N, Casa 33
Barrio San José III 

Yerba Buena-Tucumán


PLAZA DESCUIDADA

Es una pena ver a la plaza Rivadavia tan descuidad, en especial la caminería que está muy deteriorada. Tampoco repusieron el busto del primer presidente argentino, cuyo autor me dijeron que es Juan Carlos Iramain, mentor del Cristo de San Javier. 

Olga F. Ramírez
[email protected]


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