Aunque el ciclista no las respete, las leyes de tránsito también lo alcanzan

Aunque el ciclista no las respete, las leyes de tránsito también lo alcanzan

Los ciclistas cometen numerosas infracciones, pero no los pueden multar porque sus bicicletas no están patentadas.

MUNDO AL REVÉS. Para ahorrar unas cuadras, circulan a contramano. LA GACETA / FOTOS DE ANALíA JARAMILLO MUNDO AL REVÉS. Para ahorrar unas cuadras, circulan a contramano. LA GACETA / FOTOS DE ANALíA JARAMILLO
08 Mayo 2013

Son los más débiles y los que más expuestos están a sufrir un accidente grave. Por eso, la lógica diría que son los que más deben cuidarse, primero que nada respetando las normas de tránsito. Sin embargo, la enorme mayoría de los ciclistas circula como si las leyes no fueran para ellos. Un estudio reciente de la asociación civil Luchemos por la Vida advirtió que la cantidad de infracciones cometidas por ellos se pone al lado -y en ocasiones supera- a las faltas de los otros vehículos. Si bien el estudio fue realizado en Buenos Aires, una simple observación en las calles de la capital tucumana es suficiente para comprobar que la estadística no es errada.

Durante los meses de enero y febrero, Luchemos por la Vida observó el comportamiento de 1.564 conductores de bicicletas. El 92% no respetaba la prioridad peatonal, el 71% no paraba en los semáforos en rojo, el 19% circulaba a contramano y el 87% no usaba casco, entre otras faltas. Las cifras coincidieron e incluso aumentaron respecto de un estudio similar realizado por la misma agrupación en 1998.

Cuando se interroga a los ciclistas locales sobre esta situación, responden con sonrisas culposas. "Sí, es cierto. Pero también tenemos nuestros motivos", dice Máximo Mena, cadete de un estudio jurídico. Las razones para infringir las leyes de tránsito, sostiene el joven, son en "defensa personal". "Suelo arrancar antes de que se ponga en verde el semáforo, cuando veo que no viene nadie, porque si arrancás junto a los autos te pasan por encima o te matan a bocinazos", relató.

Una mirada rápida en el centro a cualquier hora indica que el gran porcentaje de ciclistas circula por la izquierda, cuando el Código de Tránsito señala, expresamente, que "la circulación de bicicletas y triciclos se hará conservando siempre la derecha de la dirección del tránsito, y lo más próximo posible al cordón de la acera o de la fila de vehículos estacionado". Rodrigo Mora, carpintero de 38 años, asegura que desconocía esta norma. "Pero aunque quiera no podría cumplirla. En Tucumán todo el mundo estaciona doble y triple fila, y abren la puerta del auto sin ver, ¡te podés matar! A mí no me pasó, pero mucha gente tuvo accidentes de este tipo", le explicó a LA GACETA.

Sin control
Poco pueden hacer las autoridades para controlar la circulación de bicicletas. Según Carlos Soto, director de Tránsito de la Municipalidad, los inspectores, a lo sumo, pueden señalarle al ciclista la infracción y pedirle que deje de cometerla, pero no hay forma de penalizar estas faltas, porque los ciclistas no están patentados. "No respetan nada, pasan más allá de que el semáforo esté en rojo, se meten a contramano... en general, los ciclistas son muy poco afectos a las leyes de tránsito", señaló.

De todos modos, las bicicletas no están dentro de las prioridades de la repartición, según admitió su titular. "La verdad no es en lo que más nos fijamos. La bicicleta es más bien un problema secundario; no es que no le prestemos nada de atención, pero hay problemas mayores como las motos", confesó.

Para Daniel García, jefe de Educación Vial de Tránsito, es muy acertado el estudio de Luchemos por la Vida. "Es una lástima. La bicicleta, por ser el primer vehículo que usamos en nuestra vida, debiera ser el primer contacto con las reglas de tránsito, una herramienta para la educación vial, pero no se lo ve así. Sería buenísimo que se use más la bici, siempre y cuando se respete a los demás". García coincide en que el problema más grave con el que se enfrentan son las motos. "Hay una cantidad muy grande, mucho más que bicicletas, y cada vez son más por la facilidades que se ofrecen para comprarlas", concluyó.

Rodolfo Sierra se hizo popular en Tucumán cuando salió una foto suya en LA GACETA como "el boga biker". Es un joven abogado que realiza todos los trámites de su profesión de traje y en bicicleta, todos los días. A él también le causa cierta gracia asumir que es un infractor, pero lo admite. "Es cierto, lo hago y lo veo: semáforos en rojo, a veces a contramano, subir a la vereda... La ventaja de la bici es que es más liviana que una moto y te permite levantarla y circular con ella al lado, caminando, y ahorrarte algunas cuadras. No digo que esté bien, pero creo que las infracciones que se pueden cometer con la bici son mucho menos peligrosas para uno y para los demás que las que se cometen con otros vehículos. Además, nunca andás a una velocidad de carrera y es más fácil frenar", razonó. También señaló que nuestra ciudad no es la que mejor trata a los ciclistas. "No hay carriles específicos y encima hay que esquivar autos mal estacionados. Pero, insisto, no está bien infringir las normas", dijo.

De los consultados por nuestro diario, ninguno afirmó que haya tenido nunca un altercado con los policías de tránsito. Y algunos, si bien reconocen que las leyes son para todos, no prometen que vayan a cambiar. "La ventaja de la bici es que podés andar por cualquier lado, todo se vuelve transitable, y andás más rápido. Pero también es cierto que estás más expuesta", concluyó María José Cabello, estudiante de 23 años.

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