Al pie del basural nació una orquesta única

Al pie del basural nació una orquesta única

El grupo llegó a nuestra provincia para ofrecer un concierto a beneficio y una charla sobre la historia de un éxito mundial impensado

OPORTUNIDAD PARA TODOS. La Orquesta nunca viaja con toda su formación completa porque su director no quiere que los chicos descuiden la escuela; entonces, se turnan y van rotando para que todos conozcan el mundo. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA OPORTUNIDAD PARA TODOS. La Orquesta nunca viaja con toda su formación completa porque su director no quiere que los chicos descuiden la escuela; entonces, se turnan y van rotando para que todos conozcan el mundo. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
03 Mayo 2013
Están viviendo un sueño. Ni Favio Chávez, su director, ni los 30 miembros de la Orquesta de instrumentos reciclados de Cateura, se imaginaron jamás que su loco proyecto llegaría a tener tanta trascendencia, al punto tal de ser dueños de una agenda que, en los próximos meses, los llevará por Japón, Estados Unidos, Canadá y Palestina, entre otros países. Ellos, con la misma humildad con la que nacieron al pie del basural más grande de Asunción del Paraguay, están dispuestos a recorrer el mundo con su mensaje: "si nosotros pudimos hacer algo tan bello como la música desde la basura, entonces todos podemos".

Cateura se encuentra en la comunidad Bañado Sur, a ocho kilómetros de Asunción. Se trata del vertedero más importante del país, donde va a parar toda la basura de la capital paraguaya: 1.000 toneladas de desperdicios se depositan ahí por día, el doble de lo que recibe Overa Pozo, el vertedero donde se tratan los residuos de toda el área metropolitana de nuestra provincia. Alrededor de Cateura, hace más de una década, se instalaron barrios con familias enteras que viven de clasificar la basura con sus manos. De esas familias salieron los pequeños músicos que hoy recorren el mundo interpretando a Mozart y a Beethoven con violines de lata.

"El proyecto surgió como un anhelo de los niños del vertedero de aprender música. Comenzamos con algunos instrumentos prestados, pero a medida que creció el interés ya no alcanzaban para todos", explica Chávez, quien conoció la comunidad del Bañado cuando llegó al vertedero a trabajar como ingeniero Ambiental. "Además -continúa- cuando un niño aprende música tiene que llevar el instrumento a su casa porque el par de horas que ensaya con nosotros no es suficiente".

Entonces surgió el problema y la solución: para que los chicos pudieran llevar los instrumentos consigo, pensaron que podrían ser armados con los residuos sólidos del vertedero. Materia prima no les iba a faltar. "Era impensable que un chico se llevara un instrumento de 200 o 300 dólares cuando su casa no vale ni 100. Necesitábamos entonces instrumentos funcionales pero que no le signifiquen al niño una responsabilidad adicional, ni exponerlos a agresiones para que se los roben. Los reciclados solamente tienen valor para el que los toca, pero no para vender o empeñar", detalla el director con su inconfundible acento litoraleño, del que se enorgullece.

El guaraní es la lengua ancestral que todavía usan en Paraguay para ciertas ocasiones. Y la orquesta "de los reciclados" no es la excepción: cuando Chávez necesita llamarles la atención -porque, vamos, no es poca cosa viajar con 20 chicos de entre 12 y 21 años- o también destacar una buena función, les habla en guaraní. Ellos entienden a la perfección. De hecho, apenas desembarcaron en Tucumán, advirtieron algo: parados frente a un árbol de la plaza Independencia, señalaron que el nombre estaba mal escrito. "No es ibirá puitá; en realidad es yvyrá pytá, que significa árbol rojo". El maestro explica y los alumnos asienten con la cabeza.

Después de un breve recorrido por nuestra ciudad y un almuerzo frente a la Casa Histórica, la orquesta se internó en el Teatro San Martín a probar sonido y más tarde a ofrecer un concierto. El encuentro fue organizado por el Banco de Alimentos de Tucumán. Además, se presentarán hoy en el TEDx Plaza Independencia, donde brindarán detalles de su mágica experiencia.

Están viviendo un sueño porque nunca planearon este proceso para alcanzar la fama, sino para mejorar la calidad de vida e inyectar esperanzas a las familias del vertedero. La historia comenzó hace más de seis años, pero el éxito mundial llegó hace menos de seis meses. "No era nuestro objetivo convertirnos en una orquesta artística, sino formativa. Pero de golpe tomó notoriedad y todo el mundo quiere saber de los niños", dice Chávez.

La popularidad les cayó encima cuando un equipo de cineastas estadounidenses se interesaron en ellos y publicaron en YouTube un avance de lo que será un documental: "The Landfill Harmonic" (algo así como "Armonía del vertedero"). "En un principio iba a ser un documental breve, cuando nos conocieron en 2009. Dos años después los cineastas llegaron a terminar el rodaje y se dieron con que la orquesta funcionaba, que tocábamos música clásica y que habíamos crecido. Ahora están por hacer un documental de 90 minutos", detalla.

Con ese video de presentación empezaron a llegar los llamados. Tocaron ya en Río de Janeiro, Panamá, Bogotá y, lo más lejano, en Amsterdam, en el hotel The Grand, donde se hacen las grandes recepciones de la corona holandesa. A pesar de lo que ya recorrieron y lo que les falta por recorrer, la consiga de la orquesta "de los reciclados" sigue siendo la misma: "El mundo nos envía basura... nosotros le devolvemos música".

Luis Bogado (17)
El primer viaje de su vida fue a Tucumán

Hace apenas siete meses Luis se sumó a fila de los violonchelos en la Orquesta de Instrumentos Reciclados y asegura que le cambió la vida. Cuenta que estaba metido en muchas cosas malas, y que el grupo lo rescató. Además, recordará por siempre Tucumán: fue el primer lugar donde viajó más allá de los límites de Paraguay. "Nunca antes tuve esta oportunidad, es increíble. La vida en el vertedero es muy dura, hay mucha marginación de parte de las otras clases sociales", lamenta. No es su caso, pero muchos chicos de su edad se levantan a las 4 de la mañana con sus padres para recoger la basura. Luis está en el secundario y su sueño es "ser alguien muy importante" con la música.

Ada Ríos (14)
"Nadie pensó que de la basura se podía hacer algo hermoso"

Ada toca el violín hace un año y tiene claro lo que quiere cuando termine la secundaria: seguir la licenciatura en Música. Su violín está hecho de una lata de pintura, una asadera para hacer sopa paraguaya, la trastiera es una madera de embalaje, el cordal es un tenedor y las cuerdas y las clavijas son formales. Ella conoce de cerca la vida del basural porque durante su niñez su padre la llevó cuando no había quién cuidarlos. Hasta el momento, ha viajado a Brasil, Panamá, Colombia, Holanda, y ahora Argentina con la orquesta. "Creo que despertamos tanto interés porque nunca nadie pensó en poder hacer de la basura algo hermoso", dice.

Gerardina
La guardiana de los chicos en las fronteras

A pesar de que su hija, María de los Ángeles, no vino a este viaje a Argentina, Gerardina Rodríguez Vargas cumple con su tarea de cuidar a los chicos durante sus giras. "Mi hija ha elegido viajar a India, en un par de meses, pero ahí ya no me tocará a mí porque nos vamos turnando", explica la mamá. "Para nosotros es una oportunidad única porque gracias a la música estoy conociendo gran parte de Latinoamérica. Pero, además, disfruto convivir con los chicos. Ellos necesitan que siempre haya alguien con ellos, que los acompañe, y a mí me gusta porque tengo experiencia como docente", señala.

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