Tuberculosis: logran frenar el crecimiento de la bacteria

Tuberculosis: logran frenar el crecimiento de la bacteria

Investigadores del Conicet crearon un compuesto que "engaña" al bacilo para entrar en su interior e inhibir su desarrollo.

Tuberculosis: logran frenar el crecimiento de la bacteria
09 Abril 2013
La tuberculosis es una infección bacteriana que, lejos de erradicarse, es -aún hoy- la segunda enfermedad infecciosa con mayor número de afectados después del sida. Y si no se trata, puede ser mortal.

Hace cinco años, el investigador Claudiu Supuran, de la Universidad de Florencia (Italia), planteó un gran desafío al proponer a la comunidad científica que compruebe su hipótesis: "si existiera un compuesto químico que impidiera la acción de una determinada enzima, la bacteria causante de la tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis) frenaría su crecimiento". Inmediatamente, investigadores de todo el mundo se concentraron en la intrincada búsqueda.

Después de dos años de trabajo, el primer resultado favorable apareció de la mano de científicos argentinos. El investigador del Conicet Pedro Colinas y su equipo desarrollaron un compuesto que "engaña" a la bacteria para entrar en su interior e inhibir su desarrollo.

El hallazgo liderado por Colinas se produjo en el Laboratorio de Estudios de Compuestos Orgánicos (Ladecor), de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata. Las conclusiones fueron publicadas en febrero pasado en la revista Bioorganic & Medicine Chemistry Letters.

Esta línea de investigación responde a la necesidad mundial de frenar la resistencia a los medicamentos que manifiesta la bacteria culpable de la TB, enfermedad pulmonar que en 2011 afectó a 8,7 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"La bacteria es un organismo vivo y cerrado, como los seres humanos, y por lo tanto no puede ingresar cualquier sustancia", explicó Colinas. Y fue en este punto que él y su equipo pensaron en los hidratos de carbono -su objeto de estudio- para combinarlos y generar así un compuesto activo al que llamaron C-glucósido derivado del fenol. Concretamente: utilizaron los carbohidratos (el bacilo los necesita para formar su pared celular) como una máscara para que la bacteria asimile a los fenoles "disfrazados".

"Con distintas combinaciones, desarrollamos siete compuestos y tuvimos tres resultados favorables", describe Colinas. Y subraya: "es la primera vez que un mismo compuesto inhibe una enzima aislada y también actúa dentro del microorganismo".

El proceso se concretó en más de un sitio: en el Ladecor se desarrolló el compuesto, las pruebas en la enzima las efectuó Supuran, en Italia, y los efectos sobre la bacteria se ensayaron en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario. La investigación apunta ahora a encontrar compuestos aún más activos a partir de modificaciones químicas en la sustancia desarrollada.

Un mal olvidado
El olvido de esta vieja infección hizo que en los últimos 50 años faltaran nuevos medicamentos para atacar diferentes tipos de tuberculosis multirresistente a antibióticos tradicionales, situación que generó millones de muertes en el mundo. El doctor Manica Balasegaram, director de la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de Médicos sin Fronteras (MSF), indicó: "la TB es devastadora y debería ser prioridad mundial".

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