Oscuridad, militantes y una puesta en escena que emocionó

Oscuridad, militantes y una puesta en escena que emocionó

Como ocurre desde hace 12 años, la Batalla fue representada ante miles de espectadores. Pero esta vez fue distinto

RECUERDOS DE LA EPOPEYA. Como todos los años, la representación de la batalla de 1812 conmovió a los tucumanos en el parque Guillermina. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO RECUERDOS DE LA EPOPEYA. Como todos los años, la representación de la batalla de 1812 conmovió a los tucumanos en el parque Guillermina. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO
24 Septiembre 2012
Solo el centro del parque irradiaba luz. En los alrededores, miles de cabezas sumergidas en la penumbra aguardaban el momento. Los entremeses ya habían sido devorados: palabras del gobernador y del vicepresidente; una coreografía bien de estas tierras a cargo del Ballet Tucumán, dirigido por Nicolás Brizuela; los sonidos metálicos de la Fanfarria Alto Perú y una muestra de destrezas criollas protagonizada por chicos de la agrupación gaucha Batalla de Tucumán. Ricardo Salim era el dueño de la batuta: con el micrófono dirigía las tropas artísticas y hasta cumplía funciones inesperadas: "se han extraviado dos chicos de apellido Santucho", avisaba, y seguía acomodando las piezas del enorme ajedrez tapizado de verde. Cuando las luces se encendieron definitivamente apareció Paloma, la yegua blanca que transportaba al general Manuel Belgrano, nuevamente representado por Benjamín Córdoba. Y comenzó la acción.

Durante la previa de la obra, el parque permaneció envuelto en la oscuridad, porque el sistema de iluminación había sido apagado. Y aquellas personas que solo cargaban la intención de ver la obra de teatro se encontraron envueltas en el mar de militantes que habían ido a aplaudir el acto oficial. "La verdad es que me esperaba otra cosa. Pensé que esto iba a ser un poco más organizado. Pero bueno, habrá que esperar a que se vayan los de la política para encontrar un lugar donde ubicarnos", se resignó María Antonia Sarado junto al coche de su nieta Constanza, de un mes y medio.

Durante 12 años consecutivos se viene realizando la representación de la Batalla de Tucumán en el parque Guillermina. En conjunto con el elenco de la Fundación Teatro Universitario, 50 alumnos de la Escuela de Cadetes General San Martín conformaron las tropas patriotas que lucharon en el Campo de las Carreras hace 200 años. La acción se sucedió sin descanso y tanto aquellos que vieron la obra todos los años como los que debutaron anoche se emocionaron con sentirse parte de la historia.

Entre las sombras había algunos que parecían fantasmas: envueltos en sus uniformes blancos, los actores que hacían de soldados realistas caminaban entre el público esperando el inicio de la actuación. Mientras tanto, en la pista actuaba el Ballet Tucumán. "Es la primera vez que vengo y estoy sorprendida por el despliegue. Lástima que Kevin se descompuso; el amontonamiento de gente le hizo mal", lamentó Roxana Sáez junto a la silla de plástico en la que había sentado a su hijo, bien lejos de la multitud.

Con ganas de más

Anoche ya había quienes planificaban cómo iban a seguir celebrando hoy el Bicentenario. "Nos invitaron a Medinas. Dicen que allá son muy lindos los festejos", contó Marta Dávila mientras acomodaba el banquito de playa en el que iba a sentarse Albina, su mamá anciana.

"Mañana volvemos para acá. Pero antes vamos a la procesión", adelantó Liliana López. "Es una lástima, pero lo de hoy (por anoche) va a ser mi único festejo. Mañana tengo que ir a trabajar, así que no voy a poder ir a ningún otro acto", se entristeció la enfermera María Santucho.

Los que quieran ver la obra con más tranquilidad que ayer podrán hacerlo hoy: a las 20 volverá a ser puesta en escena en el parque Guillermina.

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