Siete batallas y van...

Benjamín Córdoba es ingeniero civil, pero una vez al año se sube al caballo para representar al general Manuel Belgrano en la Batalla de Tucumán. No es la primera, sino la séptima vez que lo hace, y su entusiasmo se conserva intacto. "Es la única oportunidad que tengo de subirme a un caballo, que afortunadamente son bastante mansos porque son de la Policía", confiesa el actor. "Nos damos cuenta de que la gente aprende mucho sobre la importancia de estos acontecimientos para la Argentina", apunta, y afirma que esa es la mayor satisfacción que le proporciona el papel. Algunas piezas de su traje se conservan intactas desde el primer año, pero otras tuvieron que ir cambiando. "Se van renovando algunas partes, sobre todo las fajas... Es que Belgrano se ensancha con el paso del tiempo", bromea.

Dieron la nota
El sulky "tuneado" acaparó la atención de todo el mundo

Extraña combinación la de un sulky tirado, como corresponde, por un caballo, pero adornado con faroles iluminados no con velas, sino con tiras de led. Así desfiló el carruaje de José y Agustina Fascio, padre e hija fanáticos de ese folclórico vehículo. "Lo trajimos de Jesús María, Córdoba, y los dos juntos lo restauramos. Le hicimos de nuevo las maderas que estaban podridas, recuperamos la capota y lo dejamos vistoso", presume José. Arriba del sulky "tuneado", acompañaron a la agrupación gaucha Virgen Generala de La Merced y los puso felices haber mostrado su pequeña obra de arte ante tanta gente. Y de noche. Cuando apareció en escena los asistentes no dejaron de elogiar esa mezcla antigua y moderna.