18 Agosto 2012
JUNTO CON EL ARZOBISPO. Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
En 1872 la madre Catalina de María Rodríguez funda el Instituto de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (argentinas). Esta congregación cuenta en Tucumán con tres grandes obras: el colegio de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, el Hogar San José, que recibe a niñas de escasos recursos, y la Casa de Belén, en El Corte.
En Tucumán la comunidad religiosa y educativa del colegio de Las Esclavas celebró sus 123 años. Las Hermanas atienden, además del colegio, el Hogar San José, fundado en 1915, y la Casa de Ejercicios Espirituales Belén, perteneciente al Arzobispado de Tucumán.
El colegio tiene cuatro niveles educativos, inicial, primario, secundario y terciario. La historia de la institución se remonta a mediados de 1800, con la acción de una tucumana, María Loreto de Valladares y Aráoz, preocupada por la educación de la mujer. Al morir en 1879, la Iglesia decidió incorporar el colegio por ella fundado a una congregación religiosa que tuviera la misma finalidad. Es así que la Congregación de la Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, que había sido fundado por la madre Catalina de María Rodríguez en Córdoba, decide enviar un grupo de religiosas a Tucumán para continuar con la tarea.
En Tucumán la comunidad religiosa y educativa del colegio de Las Esclavas celebró sus 123 años. Las Hermanas atienden, además del colegio, el Hogar San José, fundado en 1915, y la Casa de Ejercicios Espirituales Belén, perteneciente al Arzobispado de Tucumán.
El colegio tiene cuatro niveles educativos, inicial, primario, secundario y terciario. La historia de la institución se remonta a mediados de 1800, con la acción de una tucumana, María Loreto de Valladares y Aráoz, preocupada por la educación de la mujer. Al morir en 1879, la Iglesia decidió incorporar el colegio por ella fundado a una congregación religiosa que tuviera la misma finalidad. Es así que la Congregación de la Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, que había sido fundado por la madre Catalina de María Rodríguez en Córdoba, decide enviar un grupo de religiosas a Tucumán para continuar con la tarea.
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