18 Enero 2012
Gregorio De Falco (DF).- Hay gente atrapada a bordo. Vaya con su chalupa bajo la proa del barco, suba por la escala (de cuerdas) y vaya a bordo del navío. Dígame cuánta gente queda.
Francesco Schettino (S).- El barco está inclinado...
DF.- Ya lo sé. Suba al navío y dígame cuántas personas hay. ¿Le queda claro? Dígame si hay niños, mujeres o personas que necesiten asistencia, el número exacto de cada una. Usted tal vez se haya salvado del mar, pero ahora le va a ir mal... Voy a hacer que lo pase muy mal. ¡Carajo!
S.- Por favor comandante...
DF.- Nada de por favor... Ahora mismo vaya usted a bordo. Júreme que está yendo a bordo...
S.- No estoy yendo a ninguna parte, estoy aquí...
DF:- ¿Qué está haciendo?
S.- Estoy aquí para coordinar el rescate...
DF.- Coordine el rescate desde a bordo. ¿Se está negando?
S.- No, no me estoy negando.
DF.- Vaya a bordo, es una orden. Ahora mando yo. Ya hay cadáveres, Schettino.
S.- ¿Cuántos cadáveres hay?
DF.- No sé... Pero es usted el que me tiene que decir cuántos son, ¡Cristo Bendito!
S.- ¿No se da cuenta de que está oscuro y no vemos nada?
DF.- ¿Se quiere volver a su casa, Schettino? ¿Está oscuro y por lo tanto quiere volver a su casa? Suba a la proa del navío. Hace una hora que me está diciendo lo mismo. ¡Vaya a bordo ahora mismo!
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