La empresa acusa al detenido capitán Schettino de la tragedia

La empresa acusa al detenido capitán Schettino de la tragedia

El fiscal Verusio confirmó que la embarcación se acercó "en forma torpe" a la isla de Giglio, donde encalló e impactó con una roca.

17 Enero 2012
ISLA DE GIGLIO.- La compañía propietaria del Costa Concordia, cuyo naufragio frente a la isla italiana de Giglio causó al menos seis muertos, acusó al capitán, Francesco Schettino, de haber cometido "errores" en la definición de la ruta y durante la evacuación de emergencia.

"Parece que cometió errores de juicio que tuvieron graves consecuencias. Sus decisiones en la gestión de la urgencia no han seguido los procedimientos de la empresa, acordes con los estándares internacionales", aseveró la empresa en un comunicado, que remarcó que el capitán había realizado todos los programas de formación requeridos, lo mismo que los miembros de la tripulación e incluso los pasajeros.

El director ejecutivo de la firma, Pierluigi Foschi, aseguró que es indiscutible que hubo una "falla humana" en el accidente. Aún así, aclaró que la empresa dueña del crucero siniestrado prestará apoyo jurídico al capitán, de 52 años. "La compañía también tiene la obligación de proteger a sus 24.000 empleados", explicó.

Acusado de homicidios múltiples y de abandono del navío, Schettino se encuentra detenido en Grosetto por orden judicial. "La trayectoria seguida por el crucero no era buena. Se acercó de forma torpe a la isla de Giglio, e impactó contra una roca que se encastró en el lado izquierdo, haciendo inclinarse (el barco) y entrar una enorme cantidad de agua en pocos minutos", afirmó el fiscal, Francesco Verusio, quien señaló que el capitán abandonó la nave "mucho antes de que fueran evacuados todos los pasajeros".

Su abogado defensor, Bruno Leporatti, dijo que Schettino está "abrumado y expresa sus condolencias", pero reivindicó su decisión de anclar la embarcación en un extremo para acercarla a la costa tras la colisión, lo que "salvó a miles de personas".

Numerosos testigos y guardacostas destacaron también que el barco navegaba demasiado cerca de las costas, haciendo una maniobra llamada linchino (reverencia en italiano), con todas las luces y las sirenas activadas, para saludar a los 800 habitantes. La caja negra con los datos sobre la trayectoria fue encontrada el domingo, y se espera que arroje luz sobre ese punto. Ayer se constató que las rocas contra las que chocó el crucero están claramente marcadas en cartas náuticas oficiales y que los peñascos cerca de la isla son conocidos como Le Scole. (AFP-DPA)

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