Benedicto XVI desata el fervor católico

Benedicto XVI desata el fervor católico

Miles de jóvenes de todo el mundo recibieron al papa en Madrid con pancartas multicolores. Una misa gigantesca al aire libre

CERCA DE LOS JÓVENES. Dentro del Papamóvil, y con las ventanillas bajadas, Benedicto XVI pasó entre los peregrinos devolviéndoles el saludo. REUTERS CERCA DE LOS JÓVENES. Dentro del Papamóvil, y con las ventanillas bajadas, Benedicto XVI pasó entre los peregrinos devolviéndoles el saludo. REUTERS
19 Agosto 2011
MADRID.- "Yo sé que voy a llorar, voy a sentir algo fuerte", decía Stephanie. Y cuando el papa Benedicto XVI apareció en la Plaza de Cibeles, la joven peruana de 18 años irrumpió en un mar de lágrimas. Veía por primera vez en persona al pontífice.

Decenas de miles de jóvenes peregrinos recibieron ayer, entre gritos de alegría y con manifiesta emoción, al jefe de la Iglesia Católica en la céntrica plaza madrileña. La zona no dio abasto para albergarlos a todos en el acto religioso de bienvenida.

El Papa quiso acercarse a ellos lo más posible y, con las ventanas del Papamóvil bajadas, pasó entre los peregrinos por los pasillos custodiados por las fuerzas de seguridad. "¡Benedicto! ¡Benedicto!", gritaban. Y él no dejó de saludarlos antes de subir al gran escenario instalado junto al Palacio de Comunicaciones, sede del ayuntamiento de Madrid.

"¡Esto es increíble!", decía Jean-Christophe, un joven francés de 26 años que contaba con orgullo que había visto a Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en 2005 en la ciudad alemana de Colonia. Fue la primera a la que asistió Joseph Ratzinger tras ser elegido Papa ese mismo año.

Colores y banderas

Una marea de coloridas camisetas de la JMJ y mochilas del peregrino se extendió por el Paseo del Prado, el de Recoletos y la calle de Alcalá. Se unieron a banderas de muchos de los 193 países de los que proceden los participantes en la multitudinaria cita de la Iglesia Católica, que arrancó el martes en Madrid y que hasta el domingo contará con la presencia de Ratzinger.

"¡Esta es la juventud del Papa!". Ya desde horas antes de que Benedicto XVI hiciera su aparición los jóvenes coreaban esta consigna bajo el fuerte sol y mientras los bomberos los rociaban con agua.

"¡Ya viene! ¡Ya viene!", se alertaban los fieles unos a otros en las abarrotadas calles de la capital española por las que el pontífice pasó en Papamóvil para dirigirse hasta la Puerta de Alcalá. Allí recibió las llaves de Madrid de manos de su alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, y cruzó acompañado por 50 jóvenes antes de llegar a Cibeles.

La espera en esa plaza la amenizaron dos animadores y música, mucha música, que sonó por los altavoces distribuidos para que los peregrinos escucharan luego las palabras del Papa. Al ritmo de Shakira y su "Waka-Waka" bailaron incluso los curas.

Agradecimiento

Benedicto XVI agradeció a las autoridades españolas su generosidad al colaborar en la organización de la JMJ, que reúne a más de un millón de jóvenes de todo el mundo.

"Agradezco a las autoridades su presencia y generosa colaboración para la realización de este acontecimiento", dijo el jefe de la Iglesia Católica. Al saludar en diversos idiomas el Papa expresó su alegría por encontrarse en Madrid y se definió a la ciudad como capital de los jóvenes del mundo. (DPA-Especial)

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios