Confesiones espeluznantes

En velorios ajenos.- Hay mujeres que dan vueltas en ómnibus porque no pueden volver a la casa. O van a las iglesias a hacer tiempo. O se refugian en las salas velatorias para pasar la noche, porque no pueden regresar al hogar.

Prisionera.- Marcela cuenta un caso: "la chica era muy joven, y él ya un muchacho grande. La  tenía encerrada y no la dejaba ver a su familia. Un día, ella se escapó y fue a la casa de su mamá. Cuando volvió, él le rapó la mitad de la cabeza".

Prohibido reír.- "Yo me reía de los chistes si él se reía. Porque no vaya a ser que pensara que yo tenía algo que ver con el que contaba el chiste", dice Marcela.

Dominio.- "Mi ex marido me hacía regalos caros. Le gustaba tener una mujer vistosa al lado. Eso sí, antes de una fiesta me fajaba. Y después me decía ?arreglate, ponete linda y vamos?". (Marcela).

Indiferencia.- "Tanto era lo que no me tenía en cuenta que para una Navidad me regaló una faja, de esas azules, para adelgazar", recuerda Emilia, que siempre fue delgada.

Insultos grabados.- "Yo leía los artículos que salían en el diario sobre violencia. Y me sentía identificada. Me hacían pensar que tenía que denunciarlo. Es más, para tener pruebas, con mi hija empezamos a grabarlo cuando me insultaba", recuerda Olga.

Sin marcas.- "Me daba trompadas y patadas, pero ni siquiera morado me quedaba, porque buscan las formas de no dejar marcas. La cara jamás me tocó, me pegaba en la cabeza", describe Olga.

Sin luz ni gas.- "Cuando volvía de folclore con mi hija estaban todas las luces apagadas. Y desconectaba la manguera de la garrafa para que yo no pudiera usar el gas. Además me rompía todas las cosas. Todavía no puedo recuperarme económicamente", lamenta Olga.

"No es tan fácil".- "No me dejaba ir a ver a mi familia. Entonces les mentía a mis familiares que no tenía plata para el ómnibus. Pero mi hermana a veces me iba a buscar. Ella me ayudó a denunciarlo. Ya me pegaba todos los días, me sentía ahogada. El que está afuera no dimensiona, no sabe lo que es esta situación. Una vez lo enfrenté y le dije ?vos a mí no me pegás más?. Se puso furioso y me golpeó más fuerte todavía". (Graciela)

"Quién te va a dar bola".- "Me decía: ?a vos nadie te quiere, sos una malgestada; sos gorda, quién te va a dar bola; yo soy el único tonto que te ha tenido en cuenta; dónde vas a tener calce?. Y yo también me había formado esa mentalidad", cuenta Ester, de estatura mediana, delgada, dueña de un cuerpo que no parece haber parido siete hijos.

Amenazas.- "Mi ex marido me amenazaba con que iba a hacer lo mismo que Amín. ?Te voy a sacar los ojos, te voy a dejar en silla de ruedas, te voy a matar, y cuando me busque la Policía voy a decir que no me acuerdo de nada?. Después empezó a decirles cosas feas a mi hija sobre el sexo. Le decía: ?tu mamá no me da bola porque a mí no se me para, y por eso tiene otros machos?. (Olga)

Para pedir ayuda.- El Departamento Municipal de Mujer, Violencia y Derechos Humanos funciona en su sede propia de avenida Juan B. Justo 965. El teléfono es 497-7018.