05 Octubre 2010
Equilibrar las expectativas del empleado con los objetivos de la empresa contribuye a generar un mejor clima de trabajo y, por ende, una mejora cualitativa en la producción de los recursos humanos.
Se trata de colaborar con la plantilla para que logre equilibrar su vida personal con la laboral y esto redunda en una mejora para el índice de productividad, dice Daniela Rinconez, gerente de Selección de Grupo Consultores de Empresas.
La experta acerca un modelo de gestión que puede ayudar a alcanzar ese objetivo:
Autorrealización profesional. Si se cuenta a un especialista trabajando en un área distinta a la de su formación, valorará ser convocado eventualmente para colaborar con algún proyecto en su espacio de competencia profesional.
El tiempo. Evitar que necesiten llevarse trabajo a sus hogares o tener una política excesiva de horas extras, ayudará a equilibrar la vida personal y laboral.
La familia: integrarla a la organización y promover los vínculos familiares es primordial. Por ejemplo, fomentar la toma de vacaciones, otorgar licencias por maternidad o mudanzas son situaciones valoradas por los empleados.
Salud. La empresa debe promover acciones que tiendan a brindar un entorno de trabajo saludable y libre de peligros. Un empleado sano es más feliz y, por tanto, más productivo que uno con uso de licencia por enfermedad.
Reconocimiento: un superior que valora y recompensa el esfuerzo y la dedicación de un subalterno es quizás la mejor política de recursos humanos que puede existir hacia los ojos de un empleado. Ello, lo fortalecerá y le mejorará su estima y calidad de vida.
Entorno laboral. Una adecuada y correcta distribución del espacio físico de trabajo, deberá ser acompañada por políticas que ayuden a crear un entorno cordial entre los miembros de la organización.
Se trata de colaborar con la plantilla para que logre equilibrar su vida personal con la laboral y esto redunda en una mejora para el índice de productividad, dice Daniela Rinconez, gerente de Selección de Grupo Consultores de Empresas.
La experta acerca un modelo de gestión que puede ayudar a alcanzar ese objetivo:
Autorrealización profesional. Si se cuenta a un especialista trabajando en un área distinta a la de su formación, valorará ser convocado eventualmente para colaborar con algún proyecto en su espacio de competencia profesional.
El tiempo. Evitar que necesiten llevarse trabajo a sus hogares o tener una política excesiva de horas extras, ayudará a equilibrar la vida personal y laboral.
La familia: integrarla a la organización y promover los vínculos familiares es primordial. Por ejemplo, fomentar la toma de vacaciones, otorgar licencias por maternidad o mudanzas son situaciones valoradas por los empleados.
Salud. La empresa debe promover acciones que tiendan a brindar un entorno de trabajo saludable y libre de peligros. Un empleado sano es más feliz y, por tanto, más productivo que uno con uso de licencia por enfermedad.
Reconocimiento: un superior que valora y recompensa el esfuerzo y la dedicación de un subalterno es quizás la mejor política de recursos humanos que puede existir hacia los ojos de un empleado. Ello, lo fortalecerá y le mejorará su estima y calidad de vida.
Entorno laboral. Una adecuada y correcta distribución del espacio físico de trabajo, deberá ser acompañada por políticas que ayuden a crear un entorno cordial entre los miembros de la organización.
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