07 Septiembre 2010
BUENOS AIRES.- Los países desarrollados con más bajas tasas de desocupación y mano de obra mejor calificada en la última década ofrecen planes de estudio que alternan la educación escolar con la laboral en las empresas, una modalidad casi inexistente en la Argentina. La educación secundaria en la Argentina está organizada para que los jóvenes continúen estudios universitarios, pero no para su ingreso al mercado laboral.
Los países desarrollados, en cambio, incluyen en la secundaria modalidades educativas que preparan a los estudiantes para el ingreso directo a un puesto de trabajo. Los casos más exitosos son los que incorporan en la currícula una intensa preparación dentro de las empresas. Una característica distintiva de los sistemas educativos avanzados es la fuerte presencia de las orientaciones vocacionales.
Diferenciándose de las orientaciones generales, que apuntan a preparar al estudiante para ingresar a la universidad, aquellas combinan materias de contenidos generales con tópicos específicos (para determinados tipos de empleos).
Los casos más exitosos son los que contemplan esquemas "duales", es decir, donde toda o parte de la formación específica es impartida en ámbitos productivos, por personal de la empresa formado y con experiencia directa en las destrezas ocupacionales que se imparten. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación vocacional es un componente importante dentro de la educación media de los países europeos. El 43% de los alumnos en España y el 34% de los estudiantes en Grecia acceden a orientaciones vocacionales, pero sólo el 5% y 15% de estos combinan clases en la escuela y en las empresas. En Austria y Alemania, el 78% y 59%, respectivamente, acceden a orientaciones vocacionales y el 42% y 74% combinan clases en la escuela y en las empresas. En Suiza y Dinamarca, el 64% y 48% acceden a orientaciones vocacionales y entre el 90% y el 100% combinan clases en la escuela y en las empresas.
En la Argentina, en cambio, casi no existe la posibilidad de estudiar en el colegio e instruirse en una empresa, excepto por escasos planes propuestos por algunas compañías extranjeras. (NA)
Los países desarrollados, en cambio, incluyen en la secundaria modalidades educativas que preparan a los estudiantes para el ingreso directo a un puesto de trabajo. Los casos más exitosos son los que incorporan en la currícula una intensa preparación dentro de las empresas. Una característica distintiva de los sistemas educativos avanzados es la fuerte presencia de las orientaciones vocacionales.
Diferenciándose de las orientaciones generales, que apuntan a preparar al estudiante para ingresar a la universidad, aquellas combinan materias de contenidos generales con tópicos específicos (para determinados tipos de empleos).
Los casos más exitosos son los que contemplan esquemas "duales", es decir, donde toda o parte de la formación específica es impartida en ámbitos productivos, por personal de la empresa formado y con experiencia directa en las destrezas ocupacionales que se imparten. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación vocacional es un componente importante dentro de la educación media de los países europeos. El 43% de los alumnos en España y el 34% de los estudiantes en Grecia acceden a orientaciones vocacionales, pero sólo el 5% y 15% de estos combinan clases en la escuela y en las empresas. En Austria y Alemania, el 78% y 59%, respectivamente, acceden a orientaciones vocacionales y el 42% y 74% combinan clases en la escuela y en las empresas. En Suiza y Dinamarca, el 64% y 48% acceden a orientaciones vocacionales y entre el 90% y el 100% combinan clases en la escuela y en las empresas.
En la Argentina, en cambio, casi no existe la posibilidad de estudiar en el colegio e instruirse en una empresa, excepto por escasos planes propuestos por algunas compañías extranjeras. (NA)
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