07 Septiembre 2010
¿Vale la pena invertir para que los empleados bajen de peso? El título refiere a un artículo, publicado en el diario "El Comercio" de Perú, y que fue ampliamente difundido en los últimos días en Twitter. Pertenece a George L. Blackburn, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y plantea que los planes de acondicionamiento físico del personal de cualquier empresa pueden ser muy rentables.
"Supongamos que su organización activa un programa para perder peso en su centro de trabajo. Hay un centro de acondicionamiento físico en el edificio, abierto las 24 horas, que cuenta con entrenamiento personalizado gratis y cuyo servicio cuesta U$S 5", arranca el artículo. Y sigue: la cafetería ofrece comida saludable más barata que la rápida. Después de seis meses, usted pierde 10% de su peso y además recibe un pequeño incentivo económico para mantenerse en forma.
Si cree que un plan de este tipo sería caro, tal vez se equivoque. El retorno sobre la inversión para un programa similar en el departamento de transporte local en Austin, Texas, fue calculado en U$S 2,50 gastado, es una de las conclusiones a la que arribó el experto de Harvard.
Un artículo reciente en la revista "Preventing Chronic Disease" dice que las recompensas del plan se originan en menores costos por atención de salud y menos ausentismo.
Enfocarse en la pérdida de peso no debe presentarse como una estigmatización de personas con problemas graves de peso. Este es un problema universal y los factores ambientales, como los trabajos sedentarios y la disponibilidad las 24 horas de alimentos altamente calóricos, contribuyen considerablemente a él.
La mayoría de los estadounidenses entre los 18 y 65 años pasan la mayor parte de sus horas de vigilia en el trabajo, por lo que los entornos laborales que promuevan la buena salud benefician a todos, no sólo a quienes tienen sobrepeso.
Dada su eficacia en costos, los programas para perder peso en el lugar de trabajo son una herramienta muy útil que las empresas pueden usar para mejorar la salud de sus empleados y aumentar su prosperidad. Los empleados de todos los niveles los disfrutan, indica el informe.
"Supongamos que su organización activa un programa para perder peso en su centro de trabajo. Hay un centro de acondicionamiento físico en el edificio, abierto las 24 horas, que cuenta con entrenamiento personalizado gratis y cuyo servicio cuesta U$S 5", arranca el artículo. Y sigue: la cafetería ofrece comida saludable más barata que la rápida. Después de seis meses, usted pierde 10% de su peso y además recibe un pequeño incentivo económico para mantenerse en forma.
Si cree que un plan de este tipo sería caro, tal vez se equivoque. El retorno sobre la inversión para un programa similar en el departamento de transporte local en Austin, Texas, fue calculado en U$S 2,50 gastado, es una de las conclusiones a la que arribó el experto de Harvard.
Un artículo reciente en la revista "Preventing Chronic Disease" dice que las recompensas del plan se originan en menores costos por atención de salud y menos ausentismo.
Enfocarse en la pérdida de peso no debe presentarse como una estigmatización de personas con problemas graves de peso. Este es un problema universal y los factores ambientales, como los trabajos sedentarios y la disponibilidad las 24 horas de alimentos altamente calóricos, contribuyen considerablemente a él.
La mayoría de los estadounidenses entre los 18 y 65 años pasan la mayor parte de sus horas de vigilia en el trabajo, por lo que los entornos laborales que promuevan la buena salud benefician a todos, no sólo a quienes tienen sobrepeso.
Dada su eficacia en costos, los programas para perder peso en el lugar de trabajo son una herramienta muy útil que las empresas pueden usar para mejorar la salud de sus empleados y aumentar su prosperidad. Los empleados de todos los niveles los disfrutan, indica el informe.
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