03 Septiembre 2010
El presidente del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), Antonio Gandur, está persuadido de que los cambios que se introducirán en la Ley 8.197 y en el Reglamento Interno del cuerpo no van a redundar en una relajación o pérdida de calidad de las exigencias para aquellos que aspiran a ingresar a la judicatura provincial.
Actualmente, para acceder a la entrevista final en un concurso, un postulante debe sumar 60 puntos -como mínimo- entre el examen escrito y la calificación que mereciera por sus antecedentes. En el futuro inmediato, tendrá que reunir 54 puntos. No obstante, para evitar que alcance esa cifra alguien que consiguiera 35 puntos por antecedentes (el máximo posible en ese rubro) y apenas 19 por la prueba, se establecerá que, además de lograr 54 puntos, un abogado tiene que obtener 30 puntos -como mínimo- en la oposición. "De esta manera, se respetará el valor predominante y decisivo de la prueba", justificó Gandur.
Un interrogante que el titular del CAM se preocupó por despejar es el relacionado con si los cambios que se propician (tanto en la ley como en el reglamento) regirán para los futuros concursos o, inclusive, para aquellos que están en trámite. "Es un tema que hay que analizarlo en conjunción con el Código Civil (artículo 3); es decir, frente a etapas concluidas de un proceso de selección, las modificaciones no podrán aplicarse de forma retroactiva. No obstante, respecto de las que no estuvieran finiquitadas, la retroactividad sí puede funcionar", esgrimió tras haberse reunido con el gobernador, José Alperovich.
Partiendo de la premisa sentada, Gandur insistió en el mismo concepto: "en el caso del concurso que está judicializado (el convocado para cubrir cuatro vacantes en la Cámara en lo Civil y Comercial Común de la capital), como está suspendido (debido a una medida cautelar de la Corte Suprema), hay etapas que no están concluidas. Entonces, podría ser un caso de estudio analizar si la nueva ley alcanzaría a estas cuestiones", aseveró.
Actualmente, para acceder a la entrevista final en un concurso, un postulante debe sumar 60 puntos -como mínimo- entre el examen escrito y la calificación que mereciera por sus antecedentes. En el futuro inmediato, tendrá que reunir 54 puntos. No obstante, para evitar que alcance esa cifra alguien que consiguiera 35 puntos por antecedentes (el máximo posible en ese rubro) y apenas 19 por la prueba, se establecerá que, además de lograr 54 puntos, un abogado tiene que obtener 30 puntos -como mínimo- en la oposición. "De esta manera, se respetará el valor predominante y decisivo de la prueba", justificó Gandur.
Un interrogante que el titular del CAM se preocupó por despejar es el relacionado con si los cambios que se propician (tanto en la ley como en el reglamento) regirán para los futuros concursos o, inclusive, para aquellos que están en trámite. "Es un tema que hay que analizarlo en conjunción con el Código Civil (artículo 3); es decir, frente a etapas concluidas de un proceso de selección, las modificaciones no podrán aplicarse de forma retroactiva. No obstante, respecto de las que no estuvieran finiquitadas, la retroactividad sí puede funcionar", esgrimió tras haberse reunido con el gobernador, José Alperovich.
Partiendo de la premisa sentada, Gandur insistió en el mismo concepto: "en el caso del concurso que está judicializado (el convocado para cubrir cuatro vacantes en la Cámara en lo Civil y Comercial Común de la capital), como está suspendido (debido a una medida cautelar de la Corte Suprema), hay etapas que no están concluidas. Entonces, podría ser un caso de estudio analizar si la nueva ley alcanzaría a estas cuestiones", aseveró.
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