11 Junio 2010 Seguir en 
Desde hace algunos años, el Centro Regional Tucumán-Santiago del Estero del INTA impulsa el desarrollo de proyectos asociativos orientados al turismo rural. Uno de ellos es ejecutado por ocho emprendedores en la Ciudad de Tafí del Valle, afirmó Raúl Orell, jefe del INTA Valles Calchaquíes.
El turismo rural propone actividades que nos acercan a la naturaleza, las tradiciones, las costumbres populares y todos aquellos aspectos que hacen de cada pueblo un lugar único y diferente, señaló.
Trabajando en diversos emprendimientos de turismo, "las familias rurales pueden incrementar sus ingresos, utilizando de manera sustentable los recursos naturales y culturales", dijo. Además, pueden compartir con los turistas su vida cotidiana, las tradiciones, el entorno y el paisaje, agregó Orell.
Por eso, cuando estos proyectos responden a iniciativas locales contribuyen a la valorización de la identidad cultural y al arraigo rural. Mencionó que "el INTA entiende al turismo rural como una propuesta de actividades complementarias a la producción, que apuntan a la diversificación de la empresa agropecuaria; una herramienta para el desarrollo de los pueblos y territorios rurales". El objetivo es desarrollar las potencialidades que ofrece la diversificación productiva no tradicional y la revalorización cultural de los saberes locales, identificados con el paisaje, las costumbres y las tradiciones para fortalecer el posicionamiento competitivo de productos regionales. Por ello, el INTA promueve las actividades relacionadas al turismo rural, la prestación de servicios vinculados, la competitividad de los emprendedores y los canales de mercadeo, a través de la integración de emprendimientos de servicios de turismo con productores de la cadena de bienes artesanales. Para lograrlo, apoya la integración de asociaciones entre emprendedores rurales (productores, artesanos, creadores de productos alimenticios regionales, operadores turísticos) y los capacita sobre planificación de la actividad como negocio.
El turismo rural propone actividades que nos acercan a la naturaleza, las tradiciones, las costumbres populares y todos aquellos aspectos que hacen de cada pueblo un lugar único y diferente, señaló.
Trabajando en diversos emprendimientos de turismo, "las familias rurales pueden incrementar sus ingresos, utilizando de manera sustentable los recursos naturales y culturales", dijo. Además, pueden compartir con los turistas su vida cotidiana, las tradiciones, el entorno y el paisaje, agregó Orell.
Por eso, cuando estos proyectos responden a iniciativas locales contribuyen a la valorización de la identidad cultural y al arraigo rural. Mencionó que "el INTA entiende al turismo rural como una propuesta de actividades complementarias a la producción, que apuntan a la diversificación de la empresa agropecuaria; una herramienta para el desarrollo de los pueblos y territorios rurales". El objetivo es desarrollar las potencialidades que ofrece la diversificación productiva no tradicional y la revalorización cultural de los saberes locales, identificados con el paisaje, las costumbres y las tradiciones para fortalecer el posicionamiento competitivo de productos regionales. Por ello, el INTA promueve las actividades relacionadas al turismo rural, la prestación de servicios vinculados, la competitividad de los emprendedores y los canales de mercadeo, a través de la integración de emprendimientos de servicios de turismo con productores de la cadena de bienes artesanales. Para lograrlo, apoya la integración de asociaciones entre emprendedores rurales (productores, artesanos, creadores de productos alimenticios regionales, operadores turísticos) y los capacita sobre planificación de la actividad como negocio.
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