Un país con altos niveles de dispersión

Un país con altos niveles de dispersión

Punto de vista. Nadin Argañaráz - Presidente del Iaraf.

02 Mayo 2010
Del análisis comparado surge claramente que la Argentina es el país de este grupo que mayores niveles de dispersión presenta ya sea al considerar capacidad de gasto per cápita por jurisdicción o brecha entre ingresos y gasto promedio per cápita.
No debe ignorarse que se están considerando países como Australia y Canadá, referentes exigentes al momento de evaluar un sistema de transferencias intergubernamentales.
Sin embargo, la magnitud de la dispersión en nuestro país se muestra como muy elevada, superando incluso a la de Brasil.
Se aprecia que los tres países con sistemas dinámicos logran menores dispersiones que los dos más bien estáticos, que son Brasil y Argentina. Esto resulta lógico ya que al poder ir actualizando adecuadamente capacidades y necesidades fiscales de las jurisdicciones es factible mantener las disparidades dentro de niveles razonables.
Focalizando la cuestión en Argentina, el desafío que se tiene por delante es muy significativo.
Los resultados obtenidos por países como Australia y Canadá pueden servir como referencias ideales aunque muy difíciles de lograr si se pretende hacerlo casi instantáneamente.

Un cambio gradual
El camino que debiera explorarse es el del cambio en el margen (sobre la recaudación tributaria excedente, por ejemplo) con una gradualidad y condicionalidad de resultados bien definida. Dentro de ese esquema debiera existir un órgano de alta reputación que le imprima dinamismo a los cambios necesarios que vayan surgiendo.
En algunos países considerados federales, los sistemas de reparto de fondos, de algún modo, compensan las debilidades de las provincias más pobres a la hora de recaudar. Así, se intenta que todos los distritos puedan ejecutar un gasto por habitante similar. También se verifican mayores transferencias a los estados que cuentan con más necesidades objetivas de gasto por habitante, derivadas por ejemplo de una baja densidad poblacional, o del hecho de contar con una alta proporción de niños y/o ancianos.
El actual ordenamiento legal argentino, en cambio, no explica cuál es el sentido con el que se realiza la distribución de recursos a provincias.

Comentarios