Argentina: Un caos fiscal que no termina de solucionarse

En la actualidad, junto con el régimen general de distribución de fondos establecido con la sanción de la Ley Nº23.548 (de coparticipación), conviven una serie de figuras que otorgan una apariencia sumamente compleja al sistema actual de coordinación financiera. Entre ellas se encuentran: las detracciones previas a la masa de fondos coparticipables denominadas "precoparticipaciones"; la asignación de porcentajes o sumas fijas a fines específicos; la distribución de determinados fondos según criterios distintos a los enunciados en la Ley Nº23.548; los fondos especiales, en general administrados por organismos descentralizados. Considerando todos los elementos en juego en la distribución de recursos, surgen los recursos que realmente llegan a cada jurisdicción.
Sólo siete de las 24  jurisdicciones alcanzan a cubrir con sus ingresos finales el gasto promedio per cápita. Diecisiete poseen ingresos (luego de transferencias) que no les permiten alcanzar el nivel de gasto promedio del conjunto de estados. En todas estas últimas, la brecha supera el 20%, excepto en Formosa (16%). Se observa que no existe un mecanismo que contemple las necesidades fiscales en la distribución de transferencias federales, puesto que tales transferencias determinan una capacidad de gasto por habitante entre las provincias demasiado heterogéneo. De esta forma, queda conformada una estructura de gasto por habitante donde la provincia que realiza el mayor gasto por habitante (Santa Cruz) destina casi un 700% por encima de la de menor gasto por habitante (Buenos Aires), indica el Iaraf.