Alertan sobre el consumo de chatarra

Alertan sobre el consumo de chatarra

21 Marzo 2010
Prefiere la invasión de las culturas francesa y anglosajona a la globalización que coloniza con papas fritas y hamburguesas. "El colonialismo cultural francés al menos nos enriqueció. Ahora, en cambio, nos dan chatarra, nos convencen de que somos consumidores culturales, y que la cultura es ocio y entretenimiento, cuando siempre fue una manera de reflexionar sobre el mundo desde una perspectiva crítica", denuncia Adolfo Colombres, antropólogo y escritor tucumano.

La presión comercial de la globalización, afirma el autor de "Hacia una teoría americana del arte" (1991), vacía a las personas. "Está fundada en la aceleración y la superficialidad. Cuanto más acelerada está la sociedad, menos lugar para el pensamiento hay", postula el intelectual radicado en la ciudad de Buenos Aires que a partir de este jueves dictará el curso "Gestión cultural para promotores comunitarios" en el Centro Cultural Virla de la Universidad Nacional de Tucumán.

Gente que no mira el paisaje por enviar mensajes de texto; que está más preocupada por la comunicación que por el mensaje; que piensa que tener el último adminículo tecnológico es la manera más correcta de ser moderno... Colombres, que en 1994 ganó el premio Konex de Letras, describe el escenario como si lo estuviese viendo. Y de su diagnóstico se desprenden al menos dos prescripciones: huir de la prisa irreflexiva y "pisar" el espacio.

Recoger la herencia
"Las cosas se ven cuando uno anda despacio. No creo en las urgencias de los próximos cinco minutos", explica a LA GACETA. El novelista de 65 años, que define a la cultura general como el conjunto de rasgos que diferencia a una sociedad de otra, considera que el proceso histórico no existe en la propuesta cuyo único imperativo es vender.

"No ’pisa’ la propia tierra. Incluso advierto esta condición en la intelectualidad tucumana: pensadores que miran hacia otro lado, que dan la espalda a su espacio y que no se apropian de su tiempo", arguye enérgicamente.

El ciudadano necesita de la cultura para ser protagonista de su época. Popular o ilustrada, Colombres defiende que lo importante es que sea profunda y recoja la herencia humana. Y emplea una metáfora para referirse a la cultura y su trayectoria ancestral: "es como el cauce de un río que viene del tiempo, y que va transformando los valores, los modos de ser y el imaginario del pueblo".

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