"El alcohol y las computadoras del ciber son lo que más nos comen por dentro"

"El alcohol y las computadoras del ciber son lo que más nos comen por dentro"

Estudiantes de varias escuelas públicas y privadas dieron su visión sobre el ausentismo y obligatoriedad escolar. Destacaron al debate como medio para desarrollar nuevas ideas y hablaron sobre las fechas de los exámenes.

EN CLASES. Alumnos del secundario hicieron un llamado de atención sobre el ejemplo que les da la mala y la buena conducta de los profesores EN CLASES. Alumnos del secundario hicieron un llamado de atención sobre el ejemplo que les da la mala y la buena conducta de los profesores
08 Marzo 2010
"Para los que estudiamos todo el año es ingrato que el Gobierno ponga otra oportunidad el 18 y 19 de marzo para los que se llevan siempre las materias". El testimonio de Florencia, de tercer año del secundario del Instituto John Kennedy, asombra.

Con ella coinciden sus compañeras Camila y Paula; Giuliana, de segundo año del mismo establecimiento, y Leila, también de segundo, pero de la Escuela Media Fernando Pedro Riera, de Las Talitas.

"Es contraproducente, nos desalientan y no dan ganas de esforzarse, total, siempre hay una oportunidad más. En este caso, también es una oportunidad más para el ausentismo, la mala conducta, el alcohol y esas cosas", afirmó la adolescente, en una charla con LA GACETA.

"El alcohol y las computadoras del ’ciber’ son los que más nos comen por adentro, están más a la mano que la droga", comenta Anselmo, de 18 años, que abandonó el secundario antes de cursar el sexto año en la Escuela Nacional de Comercio 1. "Hice el primario en la Escuela 259 General Manuel Belgrano, con muy buen nivel, y el paso al secundario de la Comercio 1 fue un caos; después no terminé. Ahora quiero ponerme las pilas y hacer el último año", comenta. Anselmo reflexiona: "no era consciente de la oportunidad que tenía y ahora me di cuenta de lo que perdí".

Anselmo, junto a Lucio y a Fabio, ambos del Instituto San Miguel, hablan del alcoholismo en los alumnos del secundario. "Muchas veces, el cyber y el alcohol surgen porque queremos compartir las angustias, lo que nos pasa; para no estar y sentirnos solos. Algunos piensan que va a ser mejor, pero es una ilusión", concluyen.

Los chicos coinciden en que la enseñanza secundaria obligatoria va a ser positiva. "Va a hacer que menos chicos estén deambulando por las calles sin ir a clases. Ahora no hay nadie que controle y las malas amistades a nuestra edad te distraen de lo que hay que hacer", afirman.

Paula y Giuliana (Kennedy) dicen que cuando comenzó la moda de la tribu urbana flogger "muchos chicos empezaron a faltar en masa". "Es bastante estúpido ir a la escuela para salir de allí al rato. Yo le planteo a mi mamá cuando realmente quiero faltar, por una necesidad personal, y si ella considera que es posible me quedo en casa", cuenta Paula.

Florencia ve que es muy perjudicial que los padres consientan la mala conducta de los chicos. "Si un profesor me sanciona mi mamá me reta el doble", cuenta. "Y si a mí me pone alguna mala nota -interviene Paula- jamás la cuestiona". Por su lado, Lucio dice que él "no es de faltar", pero admite que ve que eso ya es un vicio en sus compañeros. "Quedan libres y después no saben qué hacer", afirmó el adolescente. Las chicas reflexionan que muchas veces el ejemplo de algunos profesores no ayuda. "La mala conducta también viene de algunos profesores. Es una vergüenza; no puede ser que los profesores sean tan accesibles y poco exigentes", comenta. Camila, interrumpe para ampliar. "¡Algunos compañeros ofrecen un champagne a cambio de no ser sancionados y hay profesores que aceptan! ¡Como si fuera un juego!", exclama.

Salario docente

Para estos adolescentes, los profesores de las escuelas públicas comentan menos la cuestión salarial frente a lo alumnos, que en las privadas. "Nunca me lo mencionaron" dice Leila (Escuela Media Las Talitas) y Anselmo (Comercial 1) agrega que a él sí pero sólo para que tome conciencia de la oportunidad que perdía al no estudiar. "En cambio a nosotros nos comentan siempre", aseguraron los chicos del San Miguel y del Kennedy.

"Los docentes se esfuerzan mucho para estar tan mal pagados. Convivir con nosotros no es fácil", dice Camila. "Tienen otros códigos que los nuestros y cada vez las diferencias son más grandes aunque muchos profesores quieran hacerse los adolescentes".

Las chicas del Kennedy coinciden en valorar a los profesores que insisten mucho para que aprendan las cosas, en contraposición con los que los que explican sólo una vez. "Algunos dicen: si no entendiste es porque no prestaste atención", comentan las chicas y destacan el desempeño de los profesores Alba Johanson, Claudio Luzzi, Néstor Egea (Kennedy) y el profesor David, de Físico Química de la escuela de Las Talitas. En cambio, los varones prefirieron no destacar a ninguno. "Ellos nos entusiasman a aprender y enseñan con su ejemplo; por la forma de hablar, de comportarse".

Las alumnas del Kennedy y de Las Talitas no tienen dudas respecto de que la mejor opción para aprender es el debate. Fabio, Lucio y Anselmo (de escuela pública y privada), en cambio, miraron extrañados frente a la palabra ’debate’. "Es el mejor tipo de enseñanza que se puede tener. "Egea (del Kennedy) nos hace debatir, para que generemos nuestras ideas", cuenta una de las chicas. Así, continúa Paula, uno las elabora, las expone y escucha las del otro. Eso que escuchamos dan nuevas ideas" Camila la interrumpe "Defendemos nuestras opiniones pero si nos damos cuenta que el otro tiene razón, mejoramos nuestra propuesta y la volvemos a exponer. Es un proceso que nos ayuda a afirmar la personalidad, encontrar la verdad de los que pasa en cualquier orden", coinciden.

El sol cae detrás de la Casa de Gobierno y los chicos siguen comentando temas mientras caminan por la Plaza Independencia. Allí, hace pocos días, se dirimió el salario docente. Respiran aliviados que, finalmente, comiencen las clases. "Cuando tenga un hijo le voy a hacer valorar la escuela. Que no haga como yo que perdí tiempo y ahora me cuesta mucho empezar de nuevo. Hay momentos en los que uno no se da cuenta y se distrae...?", concluye Anselmo.

Comentarios