Al comparar el estado de desarrollo de los cañaverales respecto de marzo de 2009, el productor Bernabé Alzabé consideró que hay una clara disminución de kilogramos de caña por ha. "También las plantaciones, sean por renovación o nuevas hectáreas incorporadas, no están en buenas condiciones como consecuencia de las distintas situaciones climáticas adversas que las afectaron más que a la caña soca. Aparentemente, tampoco hubo crecimiento de la superficie implantada para compensar estas diferencias, por lo cual es de esperar que la producción sea menor para la zafra 2010", señaló a LA GACETA Rural.
Alzabé explicó que las precipitaciones en primavera y comienzo del verano no fueron iguales en toda la provincia, lo que generó diferencias de estado significativas en las distintas zonas cañeras.
"Es prematuro para estimar una producción de azúcar, pues sabemos la capacidad de recuperación que tienen nuestros cañaverales cuando se tiene un ambiente favorable en marzo y en abril", agregó. Sin embargo, pronosticó que podría esperarse un año similar a 2009, "siempre y cuando no se presenten heladas, como en 2009, u otras complicaciones como la falta de piso al inicio de cosecha".
Respecto del uso de maduradores químicos, Alzabé aseguró que está más en función de la decisión de las fabricas, es decir cuando pondrán en funcionamiento los trapiches, que a las condiciones del cañaveral. "Sabemos que si se cosecha fuera del momento óptimo, 45 días luego de la aplicación del madurador, los resultados ya no son tan buenos", indicó.
Finalmente, afirmó que los cañaverales no están en mejor condición que en 2009, pero apuntó que aún hay tiempo para que se recupere durante marzo y abril.