
AVENIDA ACONQUIJA. A la altura del 1.500 cayó un enorme árbol. LA GACETA/FRANCO VERA

En Yerba Buena, la tormenta trastocó la rutina de todos los vecinos. "Estaba aterrorizada por el ruido. Todo lo que había en mi jardín volaba por los aires", recuerda Paula García Peñalba, que vive en esa ciudad junto a su esposo y sus dos hijas. "Todos nos fuimos a refugiar en la misma cama", afirmó. Su testimonio, con matices, se repitió en cada cada casa del municipio pedemontano, que se quedó sin luz hasta pasado el mediodía.
Desde la municipalidad de Yerba Buena se informó que el diluvio no provocó heridos. "Cayeron 25 árboles. A siete familias se les rompieron los techos en el barrio Ciudad Oculta pero ya los auxiliamos. En el barrio San Eduardo hubo tres voladuras de techo. También tuvimos que entrar por la fuerza, y con custodia policial, a una propiedad de avenida Aconquija al 200 para quitar un árbol caído. Buscamos al dueño para pedirle permiso pero no lo encontramos. Era necesario entrar para devolverle luz a muchas familias", dijo Daniel Toledo, intendente de Yerba Buena. En avenida Aconquija al 1.500 y al 2.500 cayeron árboles, así como en Pringles y Florida y en la calle La Madrid.
El problema de la falta de energía eléctrica fue dramático todo el día tanto en Yerba Buena como en Tafí Viejo, zonas donde anoche EDET trabajaba para reponer el servicio. El vocero de EDET, Carlosn Roldán, explicó que la caída de árboles y de postes causó los problemas de energía.
"Entre estos dos distritos la cantidad de viviendas sin luz ascendía a 10.000 aproximadamente", dijo. Anoche quedaban 1.500 a oscuras. "Los trabajos de reparación se ven complicados porque sigue lloviendo y se hace muy riesgoso para los operarios, pero se estima que hasta el amanecer estará casi todo el servicio funcionando con normalidad", concluyó.
Por el fuerte viento, un avión no pudo aterrizar y fue a Salta
Los pasajeros se asustaron cuando se dieron cuenta de que estaban girando en círculos. La fuerte tormenta que se desató ayer a la mañana sobre Tucumán provocó inconvenientes también en el aeropuerto internacional Benjamín Matienzo. Debido a las malas condiciones meteorológicas, los aterrizajes y despegues se suspendieron momentáneamente. La decisión afectó al primer vuelo de Austral, que debía aterrizar a las 8 en la provincia. Sin embargo, después de permanecer unos 30 minutos en el aire esperando a que la tormenta se aplacara, el piloto resolvió desviarse hacia Salta ya que los fuertes vientos le impedían concretar la maniobra de aterrizaje. La situación en la aeroestación local se normalizó a media mañana. Fuentes de la empresa indicaron a LA GACETA que los pasajeros fueron trasladados desde Salta a Tucumán en colectivos y que no se registró ningún otro inconveniente. La zona este de la capital, donde está el aeropuerto, fue una de las más afectadas por la tormenta.

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