
¿Y EL TECHO? La familia Acosta observa el hueco que quedó en la casa. LA GACETA/JOSE NUNO

Dormía con un solo ojo aguardando la llegada de los Reyes Magos. La noche anterior, su mamá la acostó prolijamente, le acomodó la manguera transparente que lleva oxígeno a sus pulmones, le dio el beso de las buenas noches y se fue a su habitación.
En el medio del calor de la madrugada, Nancy Adriana de Acosta escuchó los gritos ahogados de su hija Lidia, de 17 años, espantada por los ruidos del viento que empezaba a levantar las chapas de su precaria habitación. Rápidamente despertó a su marido y llevaron a la adolescente al baño, para tratar de tranquilizarla.
Ayer al mediodía, la casa del barrio San Alberto de Tafí Viejo, se impregnaba de un tentador aroma a guiso de fideos, y se vivía el aire alentador de la solidaridad: mientras Nancy cocinaba, su marido y sus vecinos trabajaban para arreglar el techo destruido por el viento y la tormenta que se desataron a la madrugada.
"No es la primera vez que nos pasa; otros veranos fue la misma historia. A mí me preocupa Lidia, porque tiene problemas para respirar. Se asustó mucho y tuvimos que llevarla a la casa de mi suegra", le contó Acosta a LA GACETA, cuando lo peor ya había pasado. "Las chapas se volaron y fueron a parar a la casa del vecino; están todas dobladas, no sabemos si las podremos recuperar. Se nos mojó todo... esperamos que sirvan los colchones", resumió Acosta.
Tafí Viejo fue una de las localidades más afectadas por la tormenta de ayer. Mientras que en otros puntos de la provincia el promedio de precipitaciones fue de 69 mm, en esa localidad cayeron 100 mm de agua.
Durante la mañana, los Bomberos Voluntarios, junto con la Policía, trabajaron para levantar un centenar de árboles caídos que impedían el paso en las calles céntricas, algunos de los cuales se desplomaron sobre los cables de electricidad. "Más o menos 10 árboles cayeron sobre el tendido, dejando a los vecinos sin luz desde la mañana", informó Gustavo Salim, administrador de EDET distrito Tafí Viejo. "Afortunadamente, buena parte de los casos se solucionaron hasta la siesta, pero seguimos trabajando", agregó.
Sin embargo, los más azotados fueron los vecinos de los barrios aledaños como San Alberto, 17 de Marzo e Hipólito Yrigoyen, en los que decenas de casas quedaron sin techo tras volarse con la tormenta.
Los Reyes se encontraron con un panorama desolador en Tafí Viejo. Pero ello no impidió que dejaran sobre los zapatos de Lidia la bebota que ella había pedido días atrás.







