Once días con la consigna de votar por la Tierra

Once días con la consigna de votar por la Tierra

De la Convención sobre Cambio Climático participarán 15.000 personas, entre científicos, funcionarios, ambientalistas y jefes de Estado. El objetivo es limitar a dos grados el aumento de la temperatura del planeta. "Con voluntad política se superan las diferencias".

EJEMPLO. Un cubo, flotando en el lago St. Jorgens, en Copenhague, muestra la cantidad de dióxido de carbono producido por una persona en un mes. REUTER EJEMPLO. Un cubo, flotando en el lago St. Jorgens, en Copenhague, muestra la cantidad de dióxido de carbono producido por una persona en un mes. REUTER
08 Diciembre 2009
COPENHAGUE.- La Convención sobre Cambio Climático se inició ayer en Copenhague en una clima general de esperanza de llegar a un acuerdo que permita reducir las emisiones contaminantes en reemplazo del Protocolo de Kyoto, que vencerá en 2012.
La presencia de más de 15.000 personas, entre científicos, funcionarios, ambientalistas y jefes de Estado (son 110), entre ellos el estadounidense, Barack Obama, será una chance excepcional que el mundo no puede dejar pasar, dijo el primer ministro danés y anfitrión, Lars Lokke Rasmussen, durante su discurso de apertura.
"Las diferencias pueden ser superadas cuando hay voluntad política", expresó el jefe del gobierno danés, y pidió a las delegaciones de los 192 países que participan de la 15ª Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que afronten las negociaciones de forma constructiva, flexible y realista. A su vez, el jefe de negociadores para las Naciones Unidas y secretario general de la Convención, Yvo de Boer, afirmó que el tiempo se acabó y que es hora de unirse y transformar los acuerdos en acciones reales.
La llegada de los mandatarios está prevista para entre el 17 y el 18 de diciembre. De Boer reclamó metas vinculantes en la protección del clima así como la confirmación inmediata de ayuda financiera por más de U$S 10.000 millones anuales de 2010 a 2012 para los países pobres. Los 11 días de deliberaciones, durante los cuales se confrontarán las posturas de los países desarrollados y los emergentes, deberán concluir con un nuevo marco que defina las reducciones de gases de efecto invernadero, apuntando a que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados. En este sentido, el presidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, Rajendra Pachauri, subrayó la necesidad de reducir el calentamiento global a entre los 2 y los 2,4 grados. De lo contrario, las consecuencias pueden ser catastróficas. De Boer planteó la visión de un pastel de Navidad ideal de tres capas, en el que al final de la cumbre puedan arder las velas. La base de la torta sería un acuerdo para actuar sin demora en la lucha contra el cambio climático y sus efectos; la segunda contendrá ambiciosas metas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y confirmar las ayudas financieras.
La cobertura de la torta consistiría en una visión común para un futuro lejano. Una necesidad imperiosa si se tiene en cuenta que hacia finales del siglo el planeta puede presentar un panorama desolador en materia climática, como describió Pachauri.
Recordó, citando el cuarto Assessment Report (AR4) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, cuáles son los riesgos que enfrenta el mundo:
La disolución de los glaciares a fines del siglo.
Un alza de la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos, con estaciones mucho más cálidas, olas de calor y fuertes lluvias.
Un aumento de la intensidad de los ciclones tropicales.
La baja de las reservas de agua en muchas zonas semidesérticas.
También pueden disolverse los glaciares de Groenlandia, con un aumento del nivel del mar de unos siete metros.
El riesgo de extinción de entre un 20 y un 30% de las especies conocidas hasta ahora.
Un alza de entre 1,5 y 2,5 grados centígrados de las temperaturas globales promedio.
"Sobre la base de este escenario -dijo Pachauri- esta conferencia debe realizar medidas para financiar proyectos de adaptación a los cambios climáticos en algunas de las áreas más vulnerables del mundo". (Télam-DPA)

Entre la arenga y la preocupación
Capital de la esperanza.- "Durante un breve período, ustedes son los depositarios de las esperanzas de la Humanidad", dijo el primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, cuando inició los trabajos, ante unos 1.200 delegados del mundo, sugiriendo que la capital de Dinamarca, Copenhague se convierta, durante dos semanas, en "Hopenhague" (puerto de la esperanza).

Película.- La conferencia empezó con la proyección de un cortometraje que muestra a una niña durmiendo con su oso blanco de peluche para despertar en medio de un desierto con el suelo agrietado, y luego ser arrastrada por un violento oleaje. La niña, aterrorizada, pide ante las cámaras ayuda para salvar al mundo.

Dos caminos.- Hasta el viernes 18, cuando finalizarán las negociaciones, los representantes de 193 países tratarán de encontrar un acuerdo que permita limitar a dos grados el aumento promedio de la temperatura del planeta con respecto del nivel anterior a la era industrial. Los delegados de cada país debían elegir entre dos caminos cuando entraban al centro de conferencias: una puerta roja para el calentamiento climático o una verde para votar por la Tierra. ¿Superstición o convicción? Nadie atravesó la puerta roja, a pesar de que dos jóvenes vestidos de gris trataban de atraer a los visitantes con carteles que decían: "Proteja sus intereses".

Sondeo.- Cada vez más personas se preocupan por el cambio climático, según una encuesta de la BBC. Dos tercios de los encuestados en 23 países calificaron el cambio climático de problema muy serio. En la anterior encuesta, realizada hace 11 años, todavía eran dos quintos.

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