26 Octubre 2009
Antes de comenzar las clases, los establecimientos educativos reciben un cuadernillo elaborado por el Departamento de Nutrición del Ministerio de Desarrollo Social. El organismo sugiere un listado de menúes y formas de elaboración de la comida. Además, se controla el peso y la talla de los alumnos, y si han sido vacunados o no. La directora de Políticas Alimentarias del Ministerio de Desarrollo Social, Carolina Nacher, dijo a LA GACETA, que las escuelas del Gran San Miguel, que no cuentan con infraestructura para elaborar alimentos, reciben el servicio a través de proveedores que también respetan las sugerencias oficiales.
El resto de los establecimientos recibe el dinero correspondiente a la matrícula. Además, Políticas Alimentarias distribuye leche en polvo, chocolate y azúcar.
"El objetivo general del plan es complementar la alimentación de los chicos a fin de mejorar las condiciones de participación en el proceso de enseñanza aprendizaje", definió Nacher.
La funcionaria explicó que la prestación alimentaria depende de las características socioeconómicas de cada zona.
Las de jornada simple, de barrios periféricos (periurbanas), como la Miguel Lillo (España al 1700), la N 49, "Juan B. Alberdi", (Villa 9 de Julio), o la 248 "Juan Luis Nougués, donde cursó sus estudios Barbarita Flores -la niña que con su testimonio frente a las cámaras de televisión, en 2002, reveló que los niños tucumanos se morían de hambre-, reciben además del desayuno, el yogur probiótico, elaborado por el Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela).
El resto de los establecimientos recibe el dinero correspondiente a la matrícula. Además, Políticas Alimentarias distribuye leche en polvo, chocolate y azúcar.
"El objetivo general del plan es complementar la alimentación de los chicos a fin de mejorar las condiciones de participación en el proceso de enseñanza aprendizaje", definió Nacher.
La funcionaria explicó que la prestación alimentaria depende de las características socioeconómicas de cada zona.
Las de jornada simple, de barrios periféricos (periurbanas), como la Miguel Lillo (España al 1700), la N 49, "Juan B. Alberdi", (Villa 9 de Julio), o la 248 "Juan Luis Nougués, donde cursó sus estudios Barbarita Flores -la niña que con su testimonio frente a las cámaras de televisión, en 2002, reveló que los niños tucumanos se morían de hambre-, reciben además del desayuno, el yogur probiótico, elaborado por el Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela).
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