Jorge Rial, fascinación por los chismes

"Hay gente que no tiene talento, excepto el de entregar su vida privada", disparó el periodista Jorge Rial en diálogo con LA GACETA. Ese es el rubro en el que él se siente cómodo en la televisión, y ahora también en el teatro. Es así que hoy llegará a Tucumán para montar su obra "El ángel y demonio del espectáculo", en el Teatro Alberdi, donde prometió contar algunos de los chismes de la farándula que sólo él conoce.

27 Septiembre 2009
Se llama Jorge Rial, y como pocos, no necesita ser presentado. Es el Rey del Chisme, y el que ha instalado, a través de "Intrusos", un formato que ha sido copiado e imitado por una larga lista de programas de televisión que, a la siesta o a la noche, conquistan la audiencia con cualquier escándalo.
Rial se presentará esta noche en Tucumán con "El ángel y demonio del espectáculo", a las 20 y a las 22, en el Teatro Alberdi (Crisóstomo Alvarez y Jujuy). "Este espectáculo es un escalón más dentro de lo que hago, que es comunicar y entretener. No lo tomo como una actuación, es un paso más, en el que la gente participa, grita y nos divertimos mucho", le cuenta a LA GACETA. "Soy el Frankenstein de este ambiente", se autodefine de entrada.

-¿Por qué creés que interesa tanto la vida privada de la gente?
-Bueno, es la vida de los famosos, no de cualquiera. Hay mucha gente que no tiene talento, excepto el de entregar su vida privada. No saben cantar ni bailar. El argentino tiene un costado chusma muy importante, le interesa lo que le pasa al exitoso, saber por qué sale en los medios, y ese interés es tanto del rico como del pobre, del letrado como del ignorante.

- ¿Te planteás límites?
- Eso de los límites es una tontería de los intelectuales. Los límites los pone el entrevistado. ¿De qué van a hablar esos chicos nuevos, que en su mayoría son poco inteligentes, sino de su vida privada? Basta mirar la televisión para ver de lo que hablo. El problema no es que hablés de ellos, sino que no los mencionés.

-¿Pagaste alguna vez por notas? ¿Cuántos juicios tenés?
-Bueno, esos son mitos. Pocas, poquísimas fueron las informaciones que hemos pagado, la mayoría llega gratis todo el tiempo. Aquí, en la Argentina eso no existe, o a veces te piden 500 dólares por un video y lo conseguís por 200 pesos. No es como en España donde todo se vende y se compra. En cuanto a los juicios, también es un mito. Actualmente tengo dos, que no son nuevos, pero en general la gente entiende que esto es un juego, y se conocen las reglas. Uno puede enojarse como pasó el otro día que Pablo Echarri se molestó mucho con algo que yo había dicho, pero todo quedó ahí; en el ambiente hay que saber jugar. No hubo cartas documento ni nada por el estilo. ¿Te acordás de la frase 'Lo que pasa en Las Vegas queda en Las Vegas'? Bueno, aquí es más o menos así: lo que pasa en la farándula queda en la farándula. Si te calentás, perdés. No tengo juicios, es verdad, pero muchas veces tengo que recorrer los tribunales porque me citan como testigo.

- En el ranking de lo que más vende, ¿está la infidelidad, por ejemplo?
-Y... no. Meter los cuernos en este ambiente ya no te sorprende, es cosa de todos los días, salvo que la cornuda sea Susana Giménez, o alguien así por ejemplo; pero ya no es como antes. Este tema no clasifica, juega la promoción, nada más. Lo que más gusta son las peleas, sin importar el personaje, porque a la gente le divierte escuchar las barbaridades de otros. En segundo lugar estarían algunas cosas raras, historias sórdidas, chanchullos de famosos con la familia.
- ¿Por qué los programas de chismes tienen éxito?
- Tiene que ver con el país, donde hay mucha preocupación. Con estos programas la gente se olvida un poco de la situación. Las agresiones entre los políticos generan violencia, no la pelea del Ogro Fabbiani y Amalia Granata, que provocan risa. Cuando se enfrentan "Clarín" y el Gobierno, esas son peleas de verdad, que causan zozobra, y la gente quiere olvidar un poco esto... Divertirse y reír.

- Imagino que siempre hay alguien que te da datos para poner al descubierto al otro.
- Sí, es moneda corriente. Siempre hay carne podrida. Todo el tiempo están armando operaciones y cosas. La reina de las grandes operaciones mediáticas es Nazarena Vélez, pero ahora se le cree menos. Al principio le creía, pero a la quinta vez que lloró, ya no. En general no se le cree mucho a la gente cuando llora.

-De todos modos, vos distinguís a la gente con talento. ¿A estos los cuidás?
-No estoy para cuidar a nadie, se tienen que cuidar solos. Por supuesto, por ellos tengo más respeto, pero al respeto se lo ganan. A un  (Alfredo) Alcón o un (Antonio) Gasalla los respeto como tipos, como seres humanos. Pero otros me causan gracia, no quiero ofender a nadie, pero Nazarena me da gracia.

-Tuviste un enfrentamiento grande con Diego Maradona...
-Sí, pero fue mediático: lo que dijo él, lo tomo de quien viene. Como jugador de fútbol es una cosa y como persona otra y no es un ejemplo. Es un héroe impresentable... Y lo dijo Riquelme, tenemos códigos distintos con Diego. El enfrentamiento quedó ahí. No pasó a ninguna otra instancia.

- ¿Hay algún famoso del que no sabés nada?
- Hay tipos muy enigmáticos, como Sandro, que se encerró y hasta hizo de su casa una fortaleza. Otro es Facundo Arana, que es tan bueno que genera duda. De los demás sabés todo; de Susana y de Mirtha... ya no hay secretos.

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