Debe haber una previa sospecha

Moria Casán fue la primera en hablar de las "rodilleras", aludiendo al precio que algunas chicas tienen que pagar para que los productores las tengan en cuenta.
La declaración, tirada a los cuatro vientos y sin dar nombres propios, por supuesto, se instaló en la sociedad como un hecho cierto a pesar de ser un chisme. Pero claro, fue un chisme que daba cuenta de una sospecha generalizada. Porque, lo que hay que tener en cuenta es que previo a ese rumor existe la duda, la presunción. Si no, el chisme no trascendería.
Algo similar ocurrió este año, cuando, hablando de pandemias, la rubia Belén Francese denunció la existencia de un nuevo virus, pero dentro de la farándula: las "botineras", morochas y rubias que persiguen a los jugadores de fútbol. Según ella, son las chicas a las que sólo les importa la ostentación, y que van a los medios para contar con quién estuvieron, y mostrar el anillo de diamantes que les regaló su noviecito de turno.  "A la sociedad la aterroriza la gripe A. Pero en la farándula me aterroriza la gripe botinera", dijo.