Las mascotas "de bolsillo" son ideales para los departamentos

Las mascotas "de bolsillo" son ideales para los departamentos

Hámsters, cobayos y ardillas jerbo son animales alegres, que ocupan poco espacio y fáciles de mantener. A los chicos los divierten y promueven en ellos hábitos de responsabilidad. Son económicos.

UN AMIGO EN LA PALMA DE LA MANO. Los hámsters son ideales para los niños que viven en departamento, ya que no requieren mucho espacio. UN AMIGO EN LA PALMA DE LA MANO. Los hámsters son ideales para los niños que viven en departamento, ya que no requieren mucho espacio.
03 Septiembre 2009
Cuando la vida en los departamentos se torna muy solitaria y aburrida para los niños, una mascota siempre es bienvenida. El verdadero obstáculo es el espacio. En los departamentos, tener un perro o un gato suele ser un problema insalvable, salvo que el animalito sea lo suficientemente pequeño para no molestar nadie. Este es el caso de los hámsters, jerbos y cobayos, que son fáciles de cuidar, económicos y ocupan poco lugar. Desde un pequeño rincón de la casa pueden desplegar su encanto y desarrollar toda su vida.
Pequeños, movedizos, simpáticos y de sencillo manejo, estos roedores son originarios del Cercano Oriente. Los más conocidos son los hámster dorados que alcanzan unos 15 centímetros de largo y entre 120 y 150 gramos de peso. Pero también hay hámsters chinos o enanos, de tamaño más reducido. En Tucumán se consiguen hámster de angora, con pelo largo, o los comunes, de pelaje más corto. Los  chinos son muy suaves, tienen la piel parecida a la de la chinchilla.
Antes de llevarlos a casa, hay que tener previsto dónde alojar a los roedores. Las alternativas son una pecera de vidrio o una jaula. Los hámsters son muy activos por lo que necesitan estar en constante movimiento. Por eso deben tener ruedas para correr los ocho kilómetros diarios que requiere su organismo. Les gusta meterse por túneles que se compran en las veterinarias. Otra alternativa es que los mismos chicos les fabriquen caños con tubos de cartón de papel higiénico pintados. "Tener hámster es muy didáctico para los chicos porque les fomenta hábitos de responsabilidad, les enseña a ser cuidadosos con el animalito y a alimentarlos", dice Martina Gordillo, auxiliar de veterinaria.
Originariamente, estos roedores eran animales habituados al desierto, de hábitos solitarios y conductas agresivas para defenderse de las adversidades del medio. Por eso, el acercamiento debe ser sigiloso para evitar ser mordido. "Cuando el animalito entra en confianza se deja trasladar y se presta a todo tipo de juegos", afirma Gordillo.
"La única recomendación es permitir que el animal descanse de vez en cuando en su jaula solo. Ocurre que los chicos los tienen todo el tiempo apretándolo en la mano y eso les provoca mucho estrés", advierte Valeria, encargada de una veterinaria de Córdoba al 500.
Para evitar ser mordidos, los veterinarios aconsejan tomar al animal por el pliegue nucal, como si fuera un gato. Otra opción es agarrarlo con las dos manos y luego cerrarlas entrelazándolas. Una tercera forma es ponerle delante una latita o vaso para que el pequeño ingrese naturalmente.
Algo que hay que tener en cuenta es que las hembras de hámster son muy prolíficas. "Tienen celo cada cuatro días, la gestación dura entre 15 y 18 jornadas y suelen convertirse en mamás de muy pequeñitos", explica la veterinaria Claudia Díaz.  "Hay que tener mucho cuidado, porque si están muy estresadas, las hembras pueden comerse la cría, por eso hay que molestarlas lo menos posible", advierte. Al mes ya se puede sacar a los hijos del lado de la madre. Los cobayos tienen cría cada dos meses de gestación. Los pequeños nacen con pelo y al mes ya pueden ser retirados, añade la profesional.
En casa, hay que acostumbrar a los chicos a respetar a los animales y a satisfacer sus necesidades de alimentos, cuidado y descanso. Hay que recomendarles que no los tengan mucho tiempo en la mano y proponerles que lo mejor es que viajen en el bolsillo.

Tamaño texto
Comentarios
NOTICIAS RELACIONADAS
Comentarios