Integrante de los denominados clubes grandes de Argentina, San Lorenzo encarará una complicada misión en el Apertura que comienza hoy. Al igual que River y que Boca, el "ciclón" tiene como premisa inquebrantable lavar la opaca imagen dejada el torneo pasado, que incluyó desmanes, peleas internas y malos resultados futbolísticos. Un club que había realizado incorporaciones de renombre internacional, aspirando a llevarse todo a su paso, se desinfló de entrada y nunca pudo entrar en ritmo de competencia.
Diego Simeone fue el encargado de limpiar un plantel de históricos y de forjar un grupo renovado. El sacrificio es una de las mayores virtudes que "El Cholo" pregona entre sus conducidos. Leandro Romagnoli, Cristian González y Pablo Migliore, tres de las caras nuevas (y no tanto) que se verán por el Bajo Flores, recibieron por parte del entrenador la mayor de las responsabilidades: levantar de las cenizas a un equipo apagado.