29 Julio 2009
Los dos máximos dirigentes empresarios de Tucumán plantearon su preocupación respecto de si el sector productivo (comercio, campo e industria) estará en condiciones de otorgar una suba salarial.
El presidente de la Unión Industrial de Tucumán (UIT), Felipe Salas, dijo que en el esquema de costos de cada actividad, los salarios constituyen una parte razonable, soportable. "El problema es cuando la empresa no lo puede absorber, cuando no puede trasladar los costos de su producto primario al consumidor, porque la demanda está deprimida. Este es el caso actual", aseveró el empresario.
Salas afirmó que la convocatoria al Consejo del Salario y los valores que manejó el sector sindical dan cuenta de la falta de previsibilidad en el país. "Al aparato productivo se lo someterá una vez más al quebranto, ya que, en general, no se pueden soportar más costos. Falta dinero, falta capital. Se está alentando la quiebra de empresas, la fractura del aparto productivo una vez más", se quejó el dirigente.
Afirmó que en el resto del mundo los gobiernos promueven la estabilización de los salarios para no provocar más despidos, a causa de la crisis económica. "La Argentina va en el sentido contrario, impulsa permanentemente aumentos salariales, cuando se deberían haber congelado en el momento en que comenzó la crisis mundial", aseveró Salas, y agregó que lo lamentable es que a estas subas los afrontarán empleadores con una menor capacidad de pago y que son clientes de las grandes industrias.
A su vez, el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Raúl Robín, sostuvo que una suba del salario mínimo puede impactar con mayor dureza en el sector empresario de esta provincia.
"Hay una crisis agravada y hay serias dificultades con respecto a la continuidad laboral; en particular, en el interior del país. El sector sindical debe tener razonabilidad así como el empresario. La recesión logró bajar la inflación, y en consecuencia el pedido de aumento debería ser más moderado", afirmó.
El presidente de la Unión Industrial de Tucumán (UIT), Felipe Salas, dijo que en el esquema de costos de cada actividad, los salarios constituyen una parte razonable, soportable. "El problema es cuando la empresa no lo puede absorber, cuando no puede trasladar los costos de su producto primario al consumidor, porque la demanda está deprimida. Este es el caso actual", aseveró el empresario.
Salas afirmó que la convocatoria al Consejo del Salario y los valores que manejó el sector sindical dan cuenta de la falta de previsibilidad en el país. "Al aparato productivo se lo someterá una vez más al quebranto, ya que, en general, no se pueden soportar más costos. Falta dinero, falta capital. Se está alentando la quiebra de empresas, la fractura del aparto productivo una vez más", se quejó el dirigente.
Afirmó que en el resto del mundo los gobiernos promueven la estabilización de los salarios para no provocar más despidos, a causa de la crisis económica. "La Argentina va en el sentido contrario, impulsa permanentemente aumentos salariales, cuando se deberían haber congelado en el momento en que comenzó la crisis mundial", aseveró Salas, y agregó que lo lamentable es que a estas subas los afrontarán empleadores con una menor capacidad de pago y que son clientes de las grandes industrias.
A su vez, el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Raúl Robín, sostuvo que una suba del salario mínimo puede impactar con mayor dureza en el sector empresario de esta provincia.
"Hay una crisis agravada y hay serias dificultades con respecto a la continuidad laboral; en particular, en el interior del país. El sector sindical debe tener razonabilidad así como el empresario. La recesión logró bajar la inflación, y en consecuencia el pedido de aumento debería ser más moderado", afirmó.
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