Zelaya ingresó a Honduras y volvió a Nicaragua

Zelaya ingresó a Honduras y volvió a Nicaragua

El presidente derrocado viajó para intentar recuperar el poder en su país. Micheletti le advirtió que, si cruza la frontera, lo detendrá. Reprimieron a los manifestantes que apoyan al gobierno depuesto.

EN CAMINO. Zelaya inició su viaje de regreso a Honduras para recuperar el poder. REUTERS EN CAMINO. Zelaya inició su viaje de regreso a Honduras para recuperar el poder. REUTERS
24 Julio 2009
LAS MANOS, Frontera de Honduras y Nicaragua.- El derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya ingresó simbólicamente a su país, donde lo aguarda una orden de arresto, y tras unos pocos minutos retrocedió dos pasos hacia Nicaragua.

Zelaya cruzó la frontera hacia las 14.25 locales (18.25 de Argentina) en el paso fronterizo en Las Manos, custodiado por decenes de militares en ropa de combate y con sus escudos, mientras millares de sus seguidores desafiaban el toque de queda impuesto al mediodía por el gobierno de facto de Roberto Micheletti.

El derrocado jefe de Estado permaneció unos minutos unos centímetro más allá del límite, sin avanzar al puesto migratorio, y luego retrocedió nuevamente hacia Nicaragua.

Enfundado en un traje estilo vaquero y con su inseparable sombrero, Zelaya llegó a la frontera en un jeep blanco, escoltado por una larga caravana de vehículos en su mayoría de la prensa, y permaneció durante hora y media en la tierra de nadie entre ambos puestos migratorios.

La llegada de Zelaya a la frontera fue transmitida por las cadenas internacionales de televisión, pero la prensa hondureña la ignoró y mantuvo su programación regular.

La policía nacional hondureña había advertido que si Zelaya llegaba a Honduras sería detenido, en cumplimiento a una orden de captura emitida por la Justicia, que antes de su derrocamiento le imputó 18 delitos, entre ellos traición a la patria.

Desde el mediodía estallaron incidentes a unos 10 km de la frontera, cuando policías antimotines arrojaron gases lacrimógenos a los manifestantes pro Zelaya, algunos de los cuales respondieron con pedradas.

"Es injusto que los soldados nos repriman, sabiendo que ellos también son del pueblo", declaró Karen Palencia, dirigente del gremio de profesores de educación media, quien intentaba avanzar desde El Paraíso. (AFP-NA)

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