Aznar pidió por el final del populismo argentino

El ex presidente español dijo que el triunfo de la oposición al kirchnerismo es un éxito de la democracia y que espera que no sea efímero. El centroderechista consideró que es necesario un cambio de rumbo, en tanto que analistas dicen que fue un duro golpe.

TIEMPOS DE SONRISAS. Aznar y Kirchner, en sus épocas de mandatarios de España y de Argentina, dialogan animadamente; pero hoy están distanciados. TELAM TIEMPOS DE SONRISAS. Aznar y Kirchner, en sus épocas de mandatarios de España y de Argentina, dialogan animadamente; pero hoy están distanciados. TELAM
30 Junio 2009
BUENOS AIRES.- El ex presidente español José María Aznar saludó desde Madrid el triunfo de la Unión PRO en las elecciones legislativas y deseó que ello represente "el final definitivo del populismo" en Argentina.
Según informaron las agencias internacionales, el máximo referente del partido de la centroderecha en España, amigo personal de Mauricio Macri, consideró que el triunfo de la oposición al kirchnerismo es un "éxito de la democracia" y se esperanzó con que ese triunfo "no sea efímero".  
"Ojalá que lo acontecido a la otra orilla del Atlántico no sea efímero sino que represente un cambio de rumbo, un cambio que encauce a la gran nación Argentina por la senda de la normalidad, la democracia y el estado de Derecho", sostuvo.
Aznar, cuyo final de mandato coincidió con el primer tramo del gobierno de Néstor Kirchner, también expresó sus deseos de que Argentina emprenda el "camino del éxito, de las buenas reformas, de la institucionalidad" y que el resultado de las urnas "represente el final definitivo del populismo".

Duro golpe

Mientras tanto, la periodista Cecilia Caminos de la agencia internacional DPA, sostuvo que La derrota del oficialismo en las elecciones legislativas representa un duro golpe para el kirchnerismo, que por primera vez en los seis años que lleva en el poder sufrió un revés electoral que limitará su gobernabilidad. A la pérdida de la hegemonía parlamentaria a partir de diciembre próximo, cuando asuman los legisladores electos, se suma la derrota personal del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien planteó su candidatura a diputado por como un plebiscito de la gestión de su esposa, Cristina Fernández. Agrega que "no le alcanzaron las polémicas candidaturas "testimoniales", ni todo el peso del aparato estatal ni la postergación de la declaración de la emergencia sanitaria por la expansión de la gripe A en la Argentina hasta después de los comicios".
Lejos de la bonanza económica que le allanó el camino desde 2003 y sin el apoyo de la todavía poderosa clase media, el gobierno recibió de las urnas un claro pedido de cambio, sostiene el artículo.
Si se revisan los resultados electorales, sobresale que siete de cada diez votos fueron en contra del kirchnerismo, pero también que la oposición se encuentra fragmentada y reunida en una serie de alianzas y frentes electorales cuya proyección a futuro es incierta.
El peronismo se encuentra así a las puertas de una nueva renovación, que se suma a las múltiples transformaciones que registró ya desde que fuera creado por Juan Domingo Perón hace 60 años gracias a su alta capacidad de adaptación y el amplio aparato político que maneja a lo largo del país, siempre afecto a mantenerse en el poder. En el tramo final de la nota, Caminos sostiene que en este marco, el senador por Santa Fe Carlos Reutemann logró un triunfo decisivo que lo dejó muy bien posicionado tanto para liderar una nueva era en el Partido Justicialista (PJ, peronista), hoy presidido por Néstor Kirchner, como para lanzarse a la carrera hacia la presidencia en 2011.
En tanto, la agencia internacional Reuters dijo que el Gobierno argentino minimizó la derrota electoral al asegurar que el oficialismo obtuvo la mayor cantidad de votos en todo el país, aunque destacó que la pérdida de bancas en el Congreso obligará a buscar consensos con las fuerzas de oposición.
Por último, el artículo menciona que en la jornada de ayer renunció la ministra argentina de Salud, Graciela Ocaña, en medio de una creciente epidemia de influenza H1N1, pero su salida no fue ligada a la derrota del oficialismo que resignó su mayoría en el Congreso de la Nación. (AFP-NA)

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