El defensor de Vélez tiene nivel de Selección

El defensor de Vélez tiene nivel de Selección

El "Ratón" fue muy bien controlado por el zaguero, que el domingo cumplirá un año en Primera. Por Carlos Gustavo Chirino - Redacción de LA GACETA.

POR ACA NO PASA NADIE. Ibáñez intenta dejar en el camino a Otamendi. El defensor fue una muralla y demostró que es una de las grandes revelaciones del Clausura. LA GACETA / FRANCO VERA POR ACA NO PASA NADIE. Ibáñez intenta dejar en el camino a Otamendi. El defensor fue una muralla y demostró que es una de las grandes revelaciones del Clausura. LA GACETA / FRANCO VERA
04 Mayo 2009

Fue el que más complicó a Vélez, pero esta vez no gravitó como en otros encuentros. Gustavo Ibáñez se estacionó en el sector derecho del ataque de los "santos" y fue muy bien controlado por Nicolás Otamendi, un defensor de 21 años que demostró que tiene nivel de Selección.El "Ratón" encabezó la mayoría de los ataques de los albirrojos, pero sólo una vez llegó con peligro al arco de Montoya. Fue a los 14 minutos del segundo tiempo, cuando su cabezazo fue interceptado por el arquero de Vélez. Aunque el delantero tocó más veces el balón en el complemento (18), sus mejores jugadas se registraron en el primer tiempo, cuando desequilibró en un par de ocasiones y envió centros precisos. "Jugamos un buen primer tiempo, porque generamos situaciones claras para marcar. En el segundo tiempo, Vélez aprovechó que nosotros nos quedamos y tuvieron sus chances para definir", señaló Ibáñez, y justificó su bajo rendimiento en el complemento. "Se me endureció la zona del isquiotibial. Ahora tendré que trabajar durante la semana para llegar bien al partido contra Colón", explicó.Otamendi jugó en La Ciudadela como si fuera un futbolista con varios años en Primera, a pesar de que el próximo domingo cumplirá una temporada en la máxima categoría. El defensor nacido en General Pacheco fue una muralla y también se destacó cada vez que tuvo que salir jugando (entregó nueve pases bien en cada período). El joven zaguero controló a Ibáñez y prácticamente "borró" de la cancha al chileno Cristian Canío. Recuperó ocho pelotas en el primer tiempo y 13 en el complemento."Ibáñez es un delantero encarador y complicado para marcar. Traté de no darle espacios para que no pudiera hacer valer su habilidad y velocidad. Sabíamos que si lo anulaba le íbamos a quintar a San Martín la mayor usina generadora de fútbol que tiene", enfatizó."El partido fue cambiante. En el comienzo ellos fueron peligrosos, pero en la medida en que los controlamos pasamos a dominar. San Martín hizo valer la presión de su gente", acotó. Por cómo jugó, Otamendi demostró que él no siente ninguna presión en Primera.

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