La base del éxito de Atlético

LA GACETA / FRANCO VERA LA GACETA / FRANCO VERA
13 Abril 2009

Lucas Ischuk: Brinda seguridad bajo los tres palos

Lucas Ischuk, arquero de los "decanos", en el mayor de los silencios se va transformando en pieza clave en la levantada de su equipo. El "Mudo", como lo llaman sus compañeros, lleva cuatro partidos sin que le conviertan un gol. Pero lo más importante es que sigue transmitiendo seguridad. Ni el más pesimista de los simpatizantes de Atlético duda de su capacidad para resolver los problemas.
El arquero de los "decanos", en el partido contra Los Andes, casi no tuvo trabajo. Pero cuando su equipo lo necesitó, él respondió a la perfección. Ayer atajó sin ningún tipo de problemas el único disparo que tenía su arco como destino.
Ischuk se lució en los centros. Tomó con las manos los dos envíos que cruzaron el área de los "decanos" en todo el partido. Con serenidad y algo de lujo, no tuvo problemas en anular a Marcos Brítez Ojeda en el único mano a mano que debió resolver.
El "Mudo" también logró con éxito intervenir en otras tres jugadas. No fueron de peligro, pero él dijo presente y se quedó con la pelota. Otro de los méritos del golero "decano" es que se muestra preciso a la hora de manejar el balón. No se equivoca, aunque en algún momento se apresura, a la hora de dar pases, ya sea con los pies o con las manos.

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Javier Páez: Hizo de la defensa un verdadero infierno

Los delanteros y los volantes rivales saben que enfrentarlo es un infierno. Javier "Satanás" Páez es el caudillo de la defensa de Atlético. Ayer, como viene ocurriendo en los últimos encuentros, demostró por qué se va afianzando como pieza clave en este equipo.
A pesar de que no tuvo mucho trabajo, el defensor dejó en claro que por arriba es muy poco probable que le ganen. Despejó 11 pelotas, ocho de ellas con la cabeza y las tres restantes, con los pies.
Otras de las virtudes de "Satanás" es que se anima a alejarse del área "decana" para disputar la pelota en ese sector. Por eso no sorprendió que ayer recuperara cuatro balones. Y lo que es más importante, impone respeto sin recurrir al juego brusco. Contra Los Andes apenas si cometió una falta.
También creció mucho en lo que se refiere al manejo del balón. Ayer dio 18 pases bien y sólo se equivocó en una oportunidad. Esa seguridad le permite animarse a pasar al ataque cuando el equipo está en problemas o no puede inquietar al rival.
"Me imagino que habrá gente que no se fue contenta por el nivel de juego del equipo. Lo importante es que conseguimos los tres puntos que tanto necesitábamos para seguir en carrera. Es complicado jugar bien contra un equipo que se refugia atrás", expresó Páez.

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Martín Granero: El "Vikingo" es como el sol: siempre está

Los simpatizantes "decanos" lo extrañaron durante los primeros minutos del encuentro. Pero cuando Martín Granero se hizo fuerte en la mitad de la cancha, el panorama se simplificó para Atlético.
El "Vikingo", por tercera vez en lo que va del certamen, no terminó un partido dentro del campo de juego. El técnico Héctor Rivoira decidió reemplazarlo cuando observó que estaba levantando temperatura y ya había sido amonestado.
"Fue uno de los partidos más duros que jugamos en el certamen. Ellos propusieron un juego muy amarrete e hicieron todo el tiempo posible para perjudicarnos. Un empate hubiera sido como una derrota", expresó el volante.
Durante los 57 minutos que estuvo en el campo y fiel a su costumbre, Granero recuperó 10 pelotas, aunque no estuvo preciso a la hora de administrarla: dio 12 pases bien y se equivocó en cinco oportunidades.
A pesar de que no tuvo una tarde perfecta, el "Vikingo" se puso al equipo sobre el hombro para tratar de desnivelar. Hasta se dio el lujo de probar con un disparo de media distancia que pasó cerca del palo de Walter Cáceres. "Lo importante es que se ganó. Creamos numerosas situaciones de gol y no supimos convertir -apuntó-. Estos tres puntos servirán mucho en el futuro".

Luis Rodríguez: Nunca deja de aportar felicidad al "deca"

Cortó la racha de de celebraciones de los últimos tres partidos, pero fue el que inició la jugada que terminó con el gol de Atlético. Luis Miguel Rodríguez jugó uno de sus encuentros más flojos en el Monumental, pero ayudó para que los "decanos" sumaran su cuarto triunfo consecutivo.
"Cuando uno está luchando por cosas importantes, primero hay que conseguir una victoria y después analizar cómo se la consiguió. Este triunfo revalorizó muchísimo los tres puntos que nos trajimos de Córdoba", aseguró el delantero.
La planilla de las estadísticas no favorecieron al "Pulga" en este encuentro. Ayer desperdició dos situaciones claras de gol; perdió nueve pelotas, realizó tres disparos al arco -dos desviados y uno atajado- y en dos oportunidades le cobraron off-side. Cuando se moría el partido, se animó a ejecutar un tiro libro que Walter Cáceres no pudo contener y que Josemir Lujambio transformó en gol después del rebote.
"Fue un partido muy trabado que se nos complicó más de lo planeado. Los jugadores de Los Andes vinieron con una sola intención: refugiarse atrás para llevarse un punto como sea. Afortunadamente, sobre el final pudimos marcar ese tanto que nos permite seguir en carrera", enfatizó el simoqueño.

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