La manera de llegar es masiva

No es que haya habido un aumento de casos de abuso sexual; lo que aumentó fueron las denuncias. Hoy, la comunidad está más sensible con respecto a este tema y se permite denunciar. Antes, por miedo, no se lo hacía. Mujeres y niños tenían miedo de quedar estigmatizados.
Quizás también hay un recrudecimiento de la pornografía y del erotismo a través de los medios de comunicación. Antes esto no existía. Ahora, la manera de llegar del abusador es masiva. Desgraciadamente, hay un gran sector de la población que usa internet, niñas y niños entre ellos, que están muy expuestos. Por eso, tenemos que tener en cuenta las características de los niños de hoy. El excesivo consumo de escenas de brutalidad y de erotismo los deja sin posibilidad de elaborar esos datos. Si no tienen comunicación con sus padres, son propensos a caer en esas invitaciones terribles.
Desgraciadamente, quien sufrió pasivamente un acto como estos, puede ser que busque vivirlo activamente. Es casi una premisa. Pero no existe un contagio en estas situaciones. Sí hay un umbral de tolerancia que ha bajado; la transgresión es posible y hasta legitimada. En ese sentido sí hay una aceptación social, pero a la vez la gente en su totalidad lo repudia. Algo sí es claro: el abuso sexual es la peor forma de violencia machista.