“Tiene un efecto terapéutico en los internos del penal y es eficaz sobre la conducta”

“Tiene un efecto terapéutico en los internos del penal y es eficaz sobre la conducta”

El director del Coral Urquiza explicó la importancia de las expresiones artísticas en el estado anímico de los presos.

CANCION ESPERANZADORA. Los reclusos dirigidos por Calderón, y acompañados por Miguel Angel Estrella. CANCION ESPERANZADORA. Los reclusos dirigidos por Calderón, y acompañados por Miguel Angel Estrella.
29 Marzo 2009

“La música es capaz de transmitir todo tipo de sensaciones; sólo hace falta predisponerse a escuchar, y dejarse seducir por ella”, describió Gerardo Calderón, director del Coral Urquiza, una agrupación de los internos del penal Villa Urquiza.
“Tiene un poder terapéutico importante en el recluso. Uno los recibe con muchas dificultades, empieza a trabajar con ellos desde la música y se produce un cambio en su conducta. Aunque sea difícil llevarlos a la calma, se terminan relajando, se les hace más fácil sobrellevar lo que están viviendo”, continúa Calderón, que procura elegir canciones que levanten el ánimo a los internos. “El hecho de perder la libertad los tira terriblemente. Entonces, a través de los talleres artísticos se sienten más libres y tranquilos. La canción se vuelve esperanzadora”.
“La música tiene muchísimos atributos porque es una herramienta eficaz y poderosa para producir cambios en la conducta, en el espíritu y en la salud de las personas”, dijo el director.
“La música, en su definición más simple, es una sucesión de sonidos (notas musicales) que tienen una duración determinada. Estos sonidos son percibidos por el oído y posteriormente decodificados por el cerebro. Esta decodificación es la que nos produce una gama de sensaciones y sentimientos que pueden recorrer caminos que van desde la mas elevada alegría a la tristeza mas profunda. A medida que el talento del compositor es mayor, podrá producir en el receptor, los sentimientos que quiso expresar al componer su obra. Desde este punto de vista la música tiene claramente un lenguaje universal”, respondió Calderón, cuando LA GACETA le preguntó sobre la universalidad de la música.
“La forma de escribir una melodía, con acordes armónicos, disonantes, etcétera, le da al compositor herramientas importantísimas para producir en los escuchas determinadas sensaciones”, concluyó Calderón.

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