Jackman deberá aportar algo más que sonrisas

22 Febrero 2009
LOS ANGELES.- El éxito de la edición 81 de los premios Oscar dependerá en parte de la destreza del australiano Hugh Jackman, novato en un escenario que aún recuerda con añoranza a Billy Crystal o al legendario Bob Hope.
Jackman, de 40 años, considerado el hombre más sexy del mundo por la revista "People", presentó la ceremonia de entrega de los galardones Tony -los grandes premios del teatro- en 2003, 2004 y 2005, y cosechó un gran éxito entre la crítica, materializado en el premio Emmy -los Oscar de la televisión- que le concedieron en 2005 por esa labor.
No cabe duda de que el australiano tiene ante sí una misión complicada, de la que pocos han salido bien parados.
Desde Douglas Fairbanks a Chris Rock, pasando por Fred Astaire, Frank Sinatra, Jack Lemmon o Steve Martin, la Academia ha confiado casi siempre esta misión a miembros de la propia industria.
En la Academia están muy presentes los fracasos de varios presentadores, como la edición en la que David Letterman condujo la ceremonia -recordada por la pobre acogida de sus bromas hacia Oprah Winfrey- o cuando Chris Rock atacó directamente a tipos reputados de la industria, como Tobey Maguire, Colin Farrell o Jude Law.
Al hombre más sexy del mundo se le va a pedir más que una sonrisa que enamore, más que una frase graciosa y más que algunas jugarretas inocentes.

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