15 Febrero 2009
La mala suerte no siempre supone un final trágico. Incluso puede llegar a adquirir ribetes cómicos cuando sube al escenario.
Chicho Ortega, técnico del Teatro Estable, pudo comprobar con el tiempo que las cábalas y las supersticiones no siempre deparan buenos resultados, y que incluso son capaces de responder de forma adversa e irónica.
Un curioso hecho sucedió en la función de la obra "Borges Nead", hace cuatro años. "El actor Jorge García interpretaba una escena en la que debía bajar por una escalera. Recuerdo que le deseamos suerte como habitualmente hacemos los que trabajamos en teatro, diciendole ?mierda? o ?rompete una pierna?. Esa vez le dijimos ?rompete una pierna?. Jorge terminó cayendo por las escaleras y, aunque no se quebró, tuvo que usar una férula en las demás actuaciones", contó Ortega.
Chicho Ortega, técnico del Teatro Estable, pudo comprobar con el tiempo que las cábalas y las supersticiones no siempre deparan buenos resultados, y que incluso son capaces de responder de forma adversa e irónica.
Un curioso hecho sucedió en la función de la obra "Borges Nead", hace cuatro años. "El actor Jorge García interpretaba una escena en la que debía bajar por una escalera. Recuerdo que le deseamos suerte como habitualmente hacemos los que trabajamos en teatro, diciendole ?mierda? o ?rompete una pierna?. Esa vez le dijimos ?rompete una pierna?. Jorge terminó cayendo por las escaleras y, aunque no se quebró, tuvo que usar una férula en las demás actuaciones", contó Ortega.
Lo más popular
