"Al mal tiempo buena cara", era el dicho que revivía a un desocupado

"Al mal tiempo buena cara", era el dicho que revivía a un desocupado

Había quedado sin trabajo en Tafí Viejo. Anécdotas de quienes pasan la barrera de los ?60.

¿SERA CIERTO? Dicen que “perro que ladra no muerde”... pero asusta. ¿SERA CIERTO? Dicen que “perro que ladra no muerde”... pero asusta.
11 Enero 2009

"Perro que ladra no muerde", expresa sonriente Luis María Gallardo, de 68 años. El hombre es empleado de comercio y uno de los tantos tucumanos que hacen uso de las frases populares. Gallardo se autodefine como un fanático del diálogo a través de refranes y confiesa, incluso, que a su esposa le pidió matrimonio recitándole uno de los dichos más conocidos. "Le dije: ?conmigo amor y fortuna, pero resistencia ninguna?. Después de eso, cayó rendida a mis pies y aceptó ser mi compañera para toda la vida", recuerda entusiasmado. Marta Valenzuela (70) también se reconoce como una fanática de los refranes y le confiesa a LA GACETA que desde su infancia solía escuchar a sus abuelos y tíos repetirlos en situaciones especiales. "A palabras necias, oídos sordos, me decía mi abuelo una y otra vez. En realidad me enseñaba que no tenía que darle bolilla a la gente que quería hacerme daño con comentarios o acciones. Así se educaba antes, a través de los refranes", evoca la mujer.

"Al mal tiempo buena cara", repite Carlos Santana cuando se lo consulta sobre su refrán favorito. El hombre, de 78 años, confiesa que trabajó toda su vida en los talleres de Tafí Viejo, y que tuvo que agregar a su vida una gran dosis de optimismo para superar la época de malaria que le tocó vivir cuando el trabajo se paralizó a causa del cierre de los talleres. "Todos los días me despertaba y repetía esa frase, que mi padre la decía a cada instante. Supongo que, de tanto escucharla, se convirtió en un aliento interior para evitar quebrarme ante las dificultades", señaló.

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Santana sostiene que durante su crianza escuchó repetir a sus padres y vecinos gran cantidad de dichos populares, y que en la actualidad los jóvenes han dejado de usarlos. "Ya no es lo mismo. Ahora los chicos utilizan otras frases que forman parte de los ?refranes jóvenes?, para describir algunas situaciones. Pese a todo, creo que el refrán está lejos de morir", finalizó. En la mesa de un bar, Cristina, Alicia y Micaela comparten un café. Las mujeres tienen entre 67 y 69 años, se criaron en el mismo barrio y asistieron a la misma escuela. A Cristina se la escucha decir: "Dime con quien andas, y te diré quien eres". Su amiga le da la razón con un leve gesto de aprobación. "En nuestro barrio -explica Cristina- era uno de los refranes más repetidos. Los chicos formaban grupos de amigos y cada uno andaba por su lado. Cuando surgía alguna pelea, no faltaba el que terminaba repitiendo esa frase", confiesa. Micaela no tarda en agregar: "tampoco faltaban las indirectas: ?el que avisa no traiciona?. Esa era otra forma de describir al amigo que tenías y lo que te había pasado", agrega.

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