24 Noviembre 2008
SAN PABLO.- El gobierno de Brasil -dos días después de haber retirado su embajador en Quito- advirtió que la cesación del pago de una deuda por parte de Ecuador abrió una crisis seria y que pone en riesgo el sistema de préstamos entre los países de América latina. “La decisión puede erosionar la confiabilidad en los contratos”, dijo el asesor especial (del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva) en asuntos exteriores, Marco Aurelio García.
Ecuador suspendió el pago de un crédito de U$S 243 millones del Banco Nacional de Desarrollo (Bndes) brasileño destinado a la construcción de una represa hidroeléctrica que realizó la empresa Odebrecht, expulsada del país andino por incumplimiento de contrato. “Si hay una falta de respeto al sistema de convenios de créditos recíprocos, no es apenas la relación entre Ecuador y Brasil la que será afectada, sino el conjunto de convenios recíprocos de crédito de América latina, que de cierta manera quedará bloqueado”, afirmó.
El anuncio de Correa irritó a Lula por haber sido realizado en un acto público, sin anticipación por las vías diplomáticas.
“El presidente Lula le dijo a Correa: ’Mira, Rafael, supe de estas cosas por los diarios y no creo que sea bueno, eso no caracteriza una buena relación’”, comentó García.
En tanto, la cancillería ecuatoriana condenó la convocatoria del embajador brasileño. El ministro de Sectores Estratégicos ecuatoriano, Galo Borja, afirmó que “el problema de Ecuador es con Odebrecht y no con el Bndes o con Brasil”. Admitió que el gobierno de Quito se equivocó en la forma de hacer el anuncio del no pago de la deuda con el Bndes. “Lo correcto habría sido informar a la cancillería brasileña”, dijo el ministro. Explicó que Ecuador actúa bajo la ley, dado que en el contrato de la hidroeléctrica que originó el problema figura la Cámara de Comercio Internacional (CCI) como entidad de arbitraje.
“Necesitamos empresas grandes, espero que todo vuelva a la normalidad”, añadió Borja. (Télam)
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