Sabores de la tierra

Son ricos, nutritivos y tienen una larga historia por detrás. Los alimentos que consumía el aborigen fueron revalorizados por la cocina de vanguardia, y ahora se pueden consumir en los restaurantes de mayor categoría. Aunque todavía los ingredientes sólo se consiguen en algunas semillerías y dietéticas, granos como la quinoa, el amaranto o la kiwicha sirven de base para deliciosos y sofisticados platos de autor. Sus bondades fueron puestos de manifiesto en el 1 er Congreso Regional de Turismo Gastronómico, que se realizó en los salones del hotel Carlos V.
Los alimentos autóctonos contienen alto poder nutritivo. El chocho es uno de los alimentos vegetales más ricos en proteínas con una composición entre el 45 y el 50%. La quinoa es otro de los productos de la tierra que consumieron los aborígenes. Tiene entre 14 y 17 % de proteínas, alrededor de 6% de grasa y el resto de hidratos de carbono. Su proteína tiene una composición en aminoácidos bastante balanceada, más que la carne o leche de vaca Los habitantes pre colombinos acostumbraban alimentar a base de quinoa a los niños que dejaban de ser amamantados. Empíricamente habían descubierto que era el mejor alimento, de fácil digestión y asimilación.
Otro elemento básico de la dieta aborigen era el amaranto, que convertido en harina se lo consumía como colada o mazamorra. Quinoa y amaranto superan en valor nutritivo a la carne, leche y huevos, según recientes investigaciones científicas. Una barrita de cereal de quinoa y amaranto podrían ser un alimento inigualable para llevar al colegio, por su alto potencial energético y nutricional debido a que son cereales ricos en aminoácidos. Poseen vitaminas, minerales y fibra, y están libre de grasas.