
El "Pulga" peleó hasta con la "gloria" misma
Como si hubiese sido una inyección de poder, el simoqueño le imprimió otro color al "decano", que pudo revertir un 0-2 con mucha garra. Por Leo Noli - Redacción LA GACETA.
UN TOPADORA. El “Pulguita” fue la luz que sacó a Atlético del mal inicio contra Instituto. El simoqueño le aportó frescura y velocidad al equipo cuando sus compañeros más lo necesitaban. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO


Lo primeros repiqueteos del petiso de Simoca hicieron retumbar a la tribuna. Los murmullos fueron tomando color de voz. “Che, mirá, está por entrar el ‘Pulguita’ Rodríguez. Este solo puede darlo vuelta el partido”. El voto de confianza ciega en 25 y Chile no fue en vano. Luis no falló, pagó los plenos prestados y se ganó otros tantos, gracias al buen despliegue que impuso ayer en cancha, justo frente a la “gloria”, un rival austero que siempre amargó al anfitrión cuando menos lo esperaba. Ayer, por supuesto, no fue la excepción.
“Necesitábamos mayor agresividad adelante y el ‘Pulga’ me la podía dar”. Tenía razón Héctor Rivoira. Rodríguez fue el as de espadas del “decano”. Libre de tres cuartos hacia adelante, el tipo movió los hilos locales a voluntad, como si fuera el dueño de la pelota.
“Nos vamos un poco tristes; ojalá podamos sacar adelante el partido que viene”, dijo “Pulga” durante la conferencia de prensa. En el ambiente se siente una sensación de impotencia por no haber podido festejar el cumpleaños 106 del club con una victoria. “Por ahí, regalamos el primer tiempo. Estábamos medio dormidos, como retenidos. En el segundo, por suerte pudimos empatar”, revela la figura del partido, autor de una milimétrica asistencia que terminó en el botín derecho de César Montiglio, que la cambió por gol.
“Siempre y cuando a Atlético le vaya bien, no me interesa marcar un gol. Si llega, bienvenido sea”, aseguró unos minutos después Rodríguez, haciendo foco en lo que para él fue una tarde que comenzó con el pie izquierdo. “A veces te puede tocar una tarde negra. Uno no sabe qué le pasa, incluso te sentís como si nunca hubieses jugado al fútbol. En el entretiempo, el técnico nos levantó el ánimo y salimos con otro aire a jugar”, cuenta Rodríguez, ahora contento porque el “decano” no perdió y sigue sumando puntos.
La titularidad no es algo que lo desvele. “Si me toca estar en la tribuna, alentaré desde ahí a mis compañeros. Si me toca estar en el banco lo haré desde ese lugar. El técnico es quién decide si juego o no, yo trabajo a full todos los días para cuando él me necesite”, cierra el “Pulga”, que ayer peleó mano a mano con la gloria, y acertó.








