21 Julio 2008
Buenos Aires.- Los principales referentes del oficialismo se enfrascaron en un pormenorizado análisis sobre la necesidad de fortalecer la imagen de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, tras el conflicto con el agro, en un contexto que requeriría que el ex presidente Néstor Kirchner ceda protagonismo.
Fuentes kirchneristas dieron a entender que la jefa de Estado mantuvo conversaciones con funcionarios clave del Gobierno en la residencia de Olivos, mientras que Kirchner permaneció en la casa familiar de El Calafate. De acuerdo a las fuentes, durante el fin de semana pasaron por Olivos, entre otros, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini.
La caída de la imagen presidencial -que llega ahora al 20%, según algunas encuestas- y el surgimiento de la figura del vicepresidente, Julio Cobos, como contracara, formó parte del análisis oficial, que según trascendió continuaba anoche en Olivos.
En medio de especulaciones sobre posibles cambios en el Gabinete y de pedidos de autocrítica desde el propio oficialismo, la mandataria también buscaría fortalecer su agenda personal. En esta tendrá mucha relevancia el caso de Aerolíneas Argentinas, admitieron los voceros consultados.
Límites al vicepresidente
Respecto de Cobos, según trascendió, es de esperar que la “mesa chica” del Gobierno evite victimizarlo con un pedido de renuncia. En cambio, acotarían su margen de acción, separando de las filas oficiales a los radicales K.
No obstante, la militancia kirchnerista sigue haciendo sentir su reacción contra el vicepresidente: “más solo que Cobos en el día del amigo”, rezaban carteles colocados en la madrugada de ayer en el centro porteño, firmados con escudos del PJ y de la UCR. La primera manifestación contra Cobos había aparecido en la madrugada en la que este definió el rechazo a la resolución 125: “Cobos, traidor. Saludos a Vandor”, decía la pintada cerca del Congreso. (NA)
Fuentes kirchneristas dieron a entender que la jefa de Estado mantuvo conversaciones con funcionarios clave del Gobierno en la residencia de Olivos, mientras que Kirchner permaneció en la casa familiar de El Calafate. De acuerdo a las fuentes, durante el fin de semana pasaron por Olivos, entre otros, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini.
La caída de la imagen presidencial -que llega ahora al 20%, según algunas encuestas- y el surgimiento de la figura del vicepresidente, Julio Cobos, como contracara, formó parte del análisis oficial, que según trascendió continuaba anoche en Olivos.
En medio de especulaciones sobre posibles cambios en el Gabinete y de pedidos de autocrítica desde el propio oficialismo, la mandataria también buscaría fortalecer su agenda personal. En esta tendrá mucha relevancia el caso de Aerolíneas Argentinas, admitieron los voceros consultados.
Límites al vicepresidente
Respecto de Cobos, según trascendió, es de esperar que la “mesa chica” del Gobierno evite victimizarlo con un pedido de renuncia. En cambio, acotarían su margen de acción, separando de las filas oficiales a los radicales K.
No obstante, la militancia kirchnerista sigue haciendo sentir su reacción contra el vicepresidente: “más solo que Cobos en el día del amigo”, rezaban carteles colocados en la madrugada de ayer en el centro porteño, firmados con escudos del PJ y de la UCR. La primera manifestación contra Cobos había aparecido en la madrugada en la que este definió el rechazo a la resolución 125: “Cobos, traidor. Saludos a Vandor”, decía la pintada cerca del Congreso. (NA)
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