19 Julio 2008 Seguir en 
La obra “Fingido” del rosarino Leonel Giacometto, se representará esta noche a las 22 en el Centro Cultural Virla.
La pieza, que se construye a través de la dramaturgia del actor, será protagonizada por Nancy Barbero y César Romero.
La puesta está integrada por improvisaciones que parten de dos temas: la “cocina teatral” (lo que sucede en los ensayos) y lo político.
Mañana a las 21 (también en el Virla) el mismo grupo será el turno de “Real”, un unipersonal a cargo de Nancy Barbero. Ambos trabajos cuentan con la dirección del mismo Giacometto.
El actor, director y dramaturgo rosarino es, a su vez, el creador de la teoría Dogma Fingido.
La producción local del espectáculo, que se presentó el miércoles y jueves pasado en sala Ross, está a cargo del grupo Manojo de Calles.
“Fingido” y “Real” deben ser comprendidos como fenómenos, acontecimientos, donde el movimiento y la modificación permanente producen un texto abierto, siempre en proceso, señala Giacometto. “Lo que se pone en evidencia, entonces, es la idea de proceso, donde el decir y el hacer de los actores –en la relación que surge en las improvisaciones, en los ensayos y en las futuras funciones entre la palabra y la escena modifican un texto estable”.
La pieza, que se construye a través de la dramaturgia del actor, será protagonizada por Nancy Barbero y César Romero.
La puesta está integrada por improvisaciones que parten de dos temas: la “cocina teatral” (lo que sucede en los ensayos) y lo político.
Mañana a las 21 (también en el Virla) el mismo grupo será el turno de “Real”, un unipersonal a cargo de Nancy Barbero. Ambos trabajos cuentan con la dirección del mismo Giacometto.
El actor, director y dramaturgo rosarino es, a su vez, el creador de la teoría Dogma Fingido.
La producción local del espectáculo, que se presentó el miércoles y jueves pasado en sala Ross, está a cargo del grupo Manojo de Calles.
“Fingido” y “Real” deben ser comprendidos como fenómenos, acontecimientos, donde el movimiento y la modificación permanente producen un texto abierto, siempre en proceso, señala Giacometto. “Lo que se pone en evidencia, entonces, es la idea de proceso, donde el decir y el hacer de los actores –en la relación que surge en las improvisaciones, en los ensayos y en las futuras funciones entre la palabra y la escena modifican un texto estable”.
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