"La independencia en el siglo XXI se llama integración"

"La independencia en el siglo XXI se llama integración"

La cena de recepción tuvo como escenario la Casa de Gobierno, donde funcionarios provinciales departieron con los de las delegaciones que visitan Tucumán.

MESA PRINCIPAL. Fernández de Kirchner explicó que la elección de Tucumán, como sede la cumbre, no fue casual.SECRETARIA DE PRENSA Y DIFUSION MESA PRINCIPAL. Fernández de Kirchner explicó que la elección de Tucumán, como sede la cumbre, no fue casual.SECRETARIA DE PRENSA Y DIFUSION
01 Julio 2008
Mercedes Sosa, con su breve recital, había sensibilizado anoche el ambiente en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, donde fue ofrecida una cena de gala. Le tocaba, seguidamente, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su carácter de anfitriona, brindar por el éxito de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, que se desarrollará hoy en esta capital. "Estamos convencidos de que en el siglo XXI lograremos la independencia económica y cultural a partir de la unidad regional", afirmó al ofrecer las palabras de bienvenida.
La Presidenta comenzó su discurso tratándolos de "queridos y de maravillosos anfitriones" al gobernador José Alperovich y a la esposa de este, la diputada nacional Beatriz Rojkés, a quien con confianza llamó "Betty". Luego explicó con detenimiento por qué había elegido que Tucumán fuera sede del encuentro internacional.
La jefa de Estado fue contundente. "Esto no fue por casualidad. No creo en ella. Fue una decisión por el lugar emblemático que en nuestra historia común latinoamericana representa esta provincia. Nos acabamos de sacar una foto en la Casa de Tucumán, donde en 1816 se declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Todavía Bolivia era parte de nuestro país, querido Evo (Morales)", aseguró. Esto despertó aplausos tanto como la alusión al presidente de Bolivia.
En su discurso, la Presidenta trazó una notable diferencia entre los desafíos que había entonces y los que hay ahora en Latinoamérica. "En aquel momento la lucha por la independencia era respecto del poder colonial, militar. Esa era la batalla. Entonces, la tarea estaba en lograr la identidad de cada país, con sus tradiciones e historias particulares", manifestó.
El Salón Blanco estuvo colmado de invitados y en las mesas se mezclaban funcionarios provinciales, nacionales e internacionales. También había familiares del gobernador y de su esposa. La mesa más importante fue la que ocuparon los presidentes Luis Inácio Lula da Silva (Brasil), Tabaré Vázquez (Uruguay), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay), Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile) y Fernández de Kirchner, además del matrimonio Alperovich. La formalidad caracterizó a la recepción.
La Presidenta argentina insistió. "Hoy el desafío para todos, que fuimos electos por la voluntad soberana de los pueblos, es el de construir una independencia diferente de la de aquel 9 de julio de 1816: una independencia donde la fortaleza no está en dividirnos, como diferentes, sino en reconocernos como una sola región, con la vocación de la integración", enfatizó.
Luego, la jefa de Estado le entregó al presidente saliente de Paraguay una placa conmemorativa, mientras que el gobernador le dio a cada mandatario extranjeros la medalla al mérito Juan Bautista Alberdi. Luego brindaron.

Comentarios