Los reclamos se sintieron desde Trancas hasta La Cocha

Poco después de las 20, el insistente sonido de las bocinas templó la fría noche en las principales ciudades de la provincia. Al menos en ocho de los 18 municipios del interior la gente salió masivamente a las calles para dar su apoyo al sector rural y reclamar al Gobierno nacional una solución al conflicto, que ya acaricia los 100 días.
En las localidades con fuerte dependencia agropecuaria, como Aguilares, Concepción, La Cocha y Alberdi, el bocinazo estuvo acompañado por un apagón de luz y un cacerolazo desde las puertas de las casas. En todos los lugares las movilizaciones fueron espontáneas y, principalmente, se desataron a partir de mensajes de texto vía celular o luego de que, desde Capital Federal, comenzaran a llegar las primeras imágenes televisivas de los cacerolazos.
“Acá no manifestaron sólo los productores rurales. Todo el pueblo salió a las calles. Esto fue masivo, porque estamos cansados del avasallamiento. Fue una pueblada”, contó a LA GACETA Nora Azar, vecina de La Cocha que, durante 30 minutos, golpeó su cacerola para repudiar al Gobierno. En esa zona la principal fuente de ingresos está relacionada con el agro, a partir del cultivo de soja, tabaco y caña.
En Trancas, por ejemplo, la calle principal cobijó durante 20 minutos a una extensa caravana de autos y camionetas. La mayoría de los vecinos tranqueños y de localidades norteñas depende de la actividad lechera y de las producciones de maíz y de poroto.
En Alberdi, a los bocinazos se sumó una concentración vecinal en la plaza Juan Bautista Alberdi, alrededor de las 21. En Monteros y Concepción, incluso, la protesta contó con la adhesión de los referentes comerciales de la zona. “Esta es la expresión de una sociedad que está harta de un conflicto en el que el pueblo está sufriendo graves consecuencias. Lo lamentable es que hay un Gobierno que hace prevalecer sus intereses políticos por encima de los de la Nación. Al parecer, no le importa que el país se vaya en picada. Por eso, hoy salimos a salir basta a esta situación”, sostuvo el dirigente del Centro de Defensa Comercial del Sur, Miguel Abboud.

Menos ruido
En la mayoría de los municipios se registraron expresiones sociales aisladas, aunque sin la intensidad ni la organización de las protagonizadas por vecinos del sur provincial. En Banda del Río Salí y Alderetes, por ejemplo, algunos vecinos optaron por trasladarse directamente hacia la capital y expresar su malestar frente a la Casa de Gobierno, junto con la principal marcha ciudadana.
Según los testimonios que pudo recoger LA GACETA, en las ciudades de Lules, Burruyacu, Bella Vista, Graneros, Las Talitas, Simoca y Famaillá el reclamo social prácticamente pasó inadvertido.
“Cuando veíamos las imágenes por televisión nos imaginamos que la gente saldría espontáneamente a las calles, porque el malestar que hay es muy grande. Esta zona es complicada, mucha gente la pasa mal y no se hasta cuándo podrá aguantar. Nos sorprendió que no haya habido una protesta masiva”, reconoció el intendente de Simoca (UCR), Luis González, el único de los 19 jefes municipales (incluida la capital) que representa a la oposición política.
En Tafí Viejo, en tanto, se escucharon bocinazos de algunos vehículos que circulaban por la avenida Leandro N. Alem.