Villa Angelina, Crucero Belgrano, Las Palmeras, San Alberto, Nicolás Avellaneda, Los Chañaritos, San Nicolás, Alejandro Heredia, Ejército Argentino, Municipal y Miguel Lillo. Estos son los barrios en los cuales está centrada la búsqueda del pervertido.
“Es una zona olvidada. Por aquí no tenemos calles pavimentadas, casi siempre falta iluminación pública y los baldíos proliferan. Es el lugar justo como para que pasen este tipo de cosas”, afirmó Mario Ledesma, vecino de la nena a la que secuestraron el viernes pasado.
Quienes viven allí están acostumbrados a los malos olores que despide el Canal Sur, a las moscas y a la basura esparcida por todas partes. “Muchísima gente de por aquí es muy trabajadora, pero evidentemente es más importante la zona norte de la capital. Todos los políticos se olvidan de nosotros”, se quejó Diego Alonso.
Marcela (su apellido se preserva) vio el viernes al hombre que secuestró a la nena de siete años. “Al principio no le di bolilla. No era de por aquí, pero siempre pasa gente por esta zona. Hasta que los otros chicos empezaron a gritar y ahí me di cuenta de que podía haber pasado algo grave”, indicó. La mujer cree que el pervertido actuó con un cómplice. “Me pareció verlo con otro chico, más joven. No sé si es el que después detuvieron”, opinó.
Lucía Domínguez aseguró que viven con miedo. “Todos les prohibimos a los chicos que salgan a jugar solos a la calle. También les advertimos que no debían hablar con extraños, pero uno nunca puede estar seguro de esto”, dijo la mujer.
Su vecina, Matilde López, se quejó por la falta de policías en la zona. “Por aquí a veces pasan los de la 9a. Pero no siempre. Ahora vienen más seguido, pero es por este tema. Todos estamos preocupados”, aseguró.
Los vecinos creen que la cantidad de baldíos que hay en la zona atenta contra la seguridad. “Si un tipo se mete en medio de los cañaverales, es imposible descubrirlo. Ahí puede violar o matar a una nena, y vaya a saber uno cuándo la encontrará”, advirtió Pablo Lazcano.
Aseguran que siempre tuvieron que lidiar con ladrones, pero nunca con un violador serial, lo que los aterroriza aún más. “Cuando uno se enfrenta a algo desconocido, no sabe cómo reaccionar”, dijo Luisa Ramírez.
Todos quieren que la pesadilla se termine lo antes posible. “Ahora vemos a los policías tratando de encontrar a este tipo; pero si no hay resultados, la gente va a perder la paciencia. Algunos ya no quieren ni que los chicos vayan solos a la escuela. Se instaló una psicosis. La única solución es que encuentren a este degenerado y que lo manden a la cárcel”, opinó Juan Manuel Rodríguez.
Marcelo Longo dijo que lo que más le preocupa es que el atacante puede ser cualquiera de sus vecinos. “Esta situación es horrible. Ojalá que lo agarren pronto. Nuestros hijos viven aterrorizados”, afirmó.