Campodónico convirtió el penal con sangre fría y convicción. Con ese tanto San Martín batió a Instituto por 1 a 0 y sacó una diferencia que puede resultar decisiva. Belgrano está a 11 puntos y quedan 21 en juego. El sueño de ascender a Primera está cada vez más cerca. En Córdoba, los "santos" fueron prácticos y ordenados, y cuando dispusieron de una chance la aprovecharon.
Lo trajeron para esto
Un análisis de
José Miguel Manrique, Redacción LA GACETA - enviado especial.
Mariano Campodónico fue la gran apuesta de San Martín, el delantero con el que soñaba Roldán y que aterrizó en La Ciudadela con aura de estrella. Pero no le fue bien en la primera rueda; estaba claramente fuera de línea en el aspecto físico y la paciencia de la hinchada se terminó rápido. "Jota" Morales terminó quitándole el puesto.
El hombre no bajó los brazos, se bancó la época de vacas flacas y hoy paladea el dulce sabor de la revancha. A Campodónico lo trajeron para esto: para definir partidos "chivos". Son muchos los jugadores que arrugan en las paradas complicadas; por ejemplo, cuando hay que patear un penal en cancha ajena y con toda la presión en contra. El nueve -al que también le habían cometido la falta- agarró la pelota y la acomodó con convicción. Empezó a gritar el gol cuando el balón todavía no había traspuesto la línea.
Para las grandes conquistas quedó demostrado, una vez más, que son imprescindibles los jugadores como Campodónico. Los que le ponen el pecho a las balas.
No fue el artillero del "santo" la única figura. Jugó muy bien Ramiro Leone, por momentos imparable por la izquierda. Caffa ratificó su solidez, al igual que el trío de zagueros. Y también se distinguió el aporte de Romano en el segundo tiempo. Pero estos tres puntos casi decisivos que se lleva San Martín de Córdoba se deben, en gran medida, a su número nueve.
"Nos aseguramos el 80 por ciento del ascenso"CORDOBA (Enviado especial).- En medio del júbilo generalizado que se vivía en el camarín de los "santos", Mariano Campodónico exhibía su satisfacción por el triunfo en un estadio complicado. El centrodelantero destacó que anoche dieron un gran paso para jugar la próxima temporada en la máxima categoría.
"Esto no es estar agrandado, pero logramos sacarle 11 puntos al tercero; es una diferencia que nos pone en la puerta del ascenso. Tendríamos que perder cinco de los siete partidos que nos quedan, parece mucho, ¿no?", comentó el artillero "santo".
"Los partidos hay que jugarlos, pero es indudable que este triunfo valió algo más que los tres puntos que estuvieron en juego", dijo Campodónico, que fue hostigado por la parcialidad de "la gloria" a causa de su pasado en Belgrano.
Cuando pudo tranquilizarse un poco y retomar la charla con LA GACETA, el atacante señaló: "el árbitro se equivocó cuando no cobró penal por esa tremenda mano que Iván Furios cometió para evitar que bajara la pelota y convirtiera el gol. Por suerte, cobró la falta que me cometió Pilipauskas. Fue una clara infracción, porque tenía la pelota dominada y me manoteó para que no lo dejara en el camino".