CORDOBA (Enviado especial, José Manrique).- El día empezó accidentado. A la mañana, el "Ratón" Ibáñez bajaba en ojotas las escaleras del hotel a desayunar. Mientras se desperezaba, se resbaló y tuvo que ser atendido por el doctor Samuel Semrik. El delantero pasó todo el día con hielo y antiinflamatorios, hasta que abandonaron la concentración de Carlos Paz. Ya en la cancha, Carlos Roldán decidió incluirlo pese a que Ibáñez no pisaba bien y eso se notó en su juego. En el banco sólo estaba Miguel Fernández. Juan Acosta Cabrera se quedó afuera por una contractura.
Pese al frío que hizo en Alta Córdoba (luego de mucho sol el fin de semana), la jornada siguió acalorada para Roldán. Cuando el plantel ya había ingresado al estadio para dirigirse al vestuario visitante, un empleado de seguridad impidió que el técnico lo hiciera. "¿No sabés quién soy?", le dijo el DT, y empezaron a discutir con insultos. Parecía que la paz regresaba, pero los problemas reaparecieron cuando al presidente Rubén Ale y al titular de la Gerenciadora, Roberto Dilascio, tampoco los dejaban entrar.
Quienes pasaron como amigos de la casa fueron un centenar de hinchas del "santo", que al mediodía habían almorzado un asado con los de Instituto y festejaron el triunfo debajo de las cabinas de prensa. Además, durante el partido, la imagen del Gauchito Gil sufrió un pelotazo de nocaut en el corralito del banco visitante, y con tanta mala suerte que una astilla lastimó a Krikorian en la cabeza.